Los novilleros se lucieron pese al estado en el que quedó el ruedo.
Bonet y Martín Núñez salieron a hombros tras repartirse cuatro orejas de los erales riojanos.
Ganado: Cuatro erales de Carlos Lumbreras, correctamente presentados y de gran juego.
Novilleros: Ignacio Bonet (oreja y oreja tras aviso) y Roberto Martín Núñez (oreja tras aviso y oreja tras dos avisos).
Incidencias: Más de un tercio de plaza. Novillada en honor de la Virgen de la Barda. Una fuerte tormenta descargó durante las lidias del tercer y cuarto novillos. Los dos novilleros salieron a hombros.
La novillada de las fiestas patronales pudo finalmente celebrarse viendo cómo los actuantes salían de la plaza a hombros. Un final feliz a unas horas de incertidumbre motivadas por la fuerte granizada que en la madrugada azotó a la villa de Fitero.
Bonet y Martín Núñez salieron a hombros cuando el estado del piso era ya un barrizal.
Gracias al buen juego de los erales de Carlos Lumbreras el público pudo presenciar un entretenido espectáculo. El toreo de Ignacio Bonet fue lo más destacable del espectáculo. El novillero oscense, que hace pocas semanas triunfó también en Cascante, destacó por su toreo de capa con una buena ejecución del arte de la verónica y un concepto de toreo con la muleta de gran aplomo estético.
No pudo lucirse al natural por las condiciones de su primer oponente pero sí que lo hizo en el tercero, donde terminó por escuchar un aviso. Como cortó una oreja en cada uno de sus turnos salió por la puerta grande, donde le acompañó Roberto Martín Núñez.
Al novillero de la Escuela Mar de Nubes de Zaragoza le costó atinar más con los aceros. Estando menos placeado que su compañero, mostró ganas para proseguir en la difícil aventura de ser torero frente a un ganado de calidad como el del riojano Carlos Lumbreras.
Información de Íñigo Olcoz, publicada en Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX