Solera y El Galo ejecutaron el quite de la doble puerta ante el que abrió plaza.
El premio a la mejor novillada ha recaído en Ganadería de Pincha y el Espárrago de Oro al novillero triunfador, en Rodrigo Molina.
Ganado: Cuatro erales, todos bien presentados, más cuajados los dos últimos y de, por orden de lidia, El Ventorrillo-Camponuevo, noble pero que acabó rajado, Hermanas Moreno, deslucido, de Hermanos Ozcoz, de buen juego, y de Carlos Lumbreras, encastado.
Novilleros: Máxime Solera (oreja tras aviso en ambos) y André Lagravere “El Galo” (silencio tras aviso y silencio tras tres avisos).
Presidencia: A cargo de Iñaki Urzanqui, asesorado por la veterinaria Belén Ferrer y por María Cruz Ronda, fue generosa en la concesión de una oreja del tercero, pues la petición no fue mayoritaria y tardó en dar los tres aviso en el cuarto; por lo demás, cumplió bien su cometido.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Tarde calurosa. Última de feria. Solera salió a hombros. El cuarto novillo, último de la tarde y de la feria, regresó vivo al corral.
La Feria de San Adrián echó el cierre ayer con una interesante novillada que tuvo carácter de concurso de ganaderías. Se lidiaron cuatro erales de otros tantos hierros y el triunfador de la tarde y de la feria fue precisamente Carlos Lumbreras, que lidió ayer el último eral del ciclo, un eral que regresó al corral tras recibir El Galo los tres avisos pertinentes.
Este novillero, André Lagravere ‘El Galo, en el segundo, realizó una faena de rodillas junto a la barrera, donde se le coló el novillo. Insistió en torearlo por el pitón izquierdo y consiguió alguna tanda. Al final, adornos, una tendida y otra media. Silencio del respetable.
El primer novillo, de El Ventorrillo-Camponuevo, se dejó hacer hasta que se rajó. Máxime Solera estuvo correcto ante él y le cortó una oreja, considerada generosa por una parte de los aficionados. Ante el tercero, de Hermanos Ozcoz, anduvo dubitativo, sin acoplarse, pero conectó al final con unas manoletinas. Mató de pinchazo, media caída y un descabello, y sin petición mayoritaria, se le concedió otra oreja, la que le valía para salir a hombros.
Los premios
Terminada la feria, el jurado declaró triunfador de la feria, trofeo Espárrago de Oro, a Rodrigo Molina, quien también fue el ganador del trofeo a la mejor estocada. El premio al mejor subalterno, ha ido a parar a Juan José Rueda “El Ruso”. El galardón a la mejor novillada de la feria lo ha conquistado Ganadería de Pincha, de Lodosa, y el destinado al mejor novillo, por unanimidad el de Carlos Lumbreras, llamado Banquero, 57, negro mulato, precisamente el que regresó vivo al corral tras sonar los tres avisos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX