Una generosa presidencia le concedió la segunda oreja del que cerró plaza. Conquero y Toñete cortaron sendos trofeos. Galería de imágenes.
Ganado: Seis utreros de Fernando Peña, justos de presentación, escasos de fuerza, nobles y colaboradores en la muleta; primero, tercero y sexto fueron ovacionados en el arrastre.
Novilleros: Alejandro Conquero (oreja tras aviso y silencio), Toñete (ovación y oreja) y El Galo (silencio tras aviso y dos orejas).
Lugar y fecha: Plaza de Toros de Peralta (Navarra). 9 de septiembre.
Incidencias: Media plaza. Sexta y última de feria. El Galo salió a hombros.
Se cerró la feria peraltesa con una tarde entretenida, de cuatro orejas de un novillada noble y bondadosa. El que abrió plaza fue el mejor utrero de la tarde. Embistió con clase por los dos pitones. Conquero dibujó alguna tanda entoncada al natural y estuvo acertado con el estoque. Oreja. Su segundo fue más reservón. El novillero apenas dejó algún detalle y además tardó en matarlo.
Toñete, por su parte, se las tuvo que ver con el peor lote. A su primero se lo quitó de encima tirando de oficio y recibió una ovación. El quinto fue el más chico y tuvo poca fuerza. El novillero madrileño estuvo más confiado y ligó varias tandas interesantes. La petición fue a más y el desde el palco asomó un pañuelo blanco.
El Galo, ante el tercero, estuvo vistoso con el capote en varios quites, espectacular en banderillas, y mostró cierto gusto con la muleta, sobre todo en dos buenas tandas de naturales. Pero pinchó y el público acabó guardando silencio. Su labor con la muleta frente al sexto fue parecida a la anterior, pero en esta ocasión acertó en la suerte suprema. Mató de una estocada tendida y trasera. La presidencia, generosa, le concedió la segunda oreja y le abrió así la puerta grande. Triunfó con el sexto pero gustó más en el tercero.