Javier Marín, segundo por la izquierda, junto a Isabel Lipperheide, ganadera de Dolores Aguirre.
El matador de toros de Cintruénigo, que compartió la prueba con Román, se mostró muy satisfecho por la exigencia del ganado.
Tras su triunfo de tres orejas en Fitero, el diestro navarro Javier Marín continúa preparándose para afrontar en las mejores condiciones esta temporada y estar muy preparado si se le presenta la ocasión de la Feria de San Fermín. De este modo, tentó recientemente en la sevillana Dehesa Frías tres vacas de Dolores Aguirre, junto al también matador de toros y amigo Román, que probó la bravura de otras tres.
Las tres de su lote fueron eralas muy avanzadas, serias, que tomaron cada una un mínimo de cinco de varas. Encastadas todas, la tienta resultó muy exigente para los toreros y, por tanto, sirvió de magnífica preparación para los próximo compromisos que tengan en plazas de toros, vestidos de luces.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX