Los socios del taurino de Pamplona, en uno de los salones de la finca de Conde de la Maza. Fotografía: Pedro Mazo.
Concretamente, pudo contemplar las camadas de Tomás Prieto de la Cal, Peñajara de Casta Jijona, Ana Romero y Conde de la Maza.
Acompañado por un sol primaveral y por temperaturas casi veraniegas, medio centenar de socios del Club Taurino de Pamplona aprovechó el puente foral para visitar cuatro ganaderías de bravo de la zona sur, de diferentes encastes; concretamente, tres andaluzas y una pacense.
La primera visita la llevaron a cabo el 29 de noviembre, festividad de San Saturnino, en la localidad gaditana de San Juan del Puerto, término donde se encuentra la finca La Ruiza, en la que se crían los veraguas de Tomás Prieto de la Cal, de procedencia vazqueña. El propio ganadero les acompañó a caballo y les ofreció toda clase de explicaciones sobre esta vacada predominantemente jabonera.
Al día siguiente se desplazaron hasta la localidad pacense de Fuente del Arco, a la finca Casas de Reina, propiedad de José Rufino Martín, donde se crían los toros de Peñajara de Casta Jijona, de procedencia Baltasar Ibán. Allí pudieron ver varios cerrados con sus añojos, erales, utreros y toros, muy variados de capa. Y disfrutaron de la compañía de Salvador Magallanes, mayoral de Conde de la Corte hasta hace pocos años y toda una enciclopedia del campo bravo.
Tras una jornada de descanso, los socios del club taurino viajaron el día 2 a tierras gaditanas de Alcalá de los Gazules, a la finca Las Cobatillas, centro de crianza de los santacolomas de Ana Romero. Lucas Carrasco, representante de este hierro, les mostró diversos cercados, en los que, en cada uno, sólo había dos o tres toros encerrados debido a las constantes peleas que se originan entre ellos.
La última parada campera, el 3 de diciembre, festividad de San Francisco Javier, tuvo por destino la localidad sevillana de Morón de la Frontera, concretamente la finca Cortijo Arenales, en la que se crían los toros de Herederos de Conde de la Maza, ganadería que lidió, sin suerte, en la pasada feria de San Fermín. Su propietario, Leopoldo Maza, y su hermana, Almudena, ejercieron de perfectos anfitriones. Tras ofrecer un vinito a los navarros, mostraron a los pamploneses la enorme finca, en la que cohabitan gamos, cochinillos y toros bravos.
Seguidamente, fueron testigos de un tentadero de dos vacas a cargo del novillero sevillano Alfonso Cadaval, hijo de uno de los humoristas del dúo Los Morancos. Fue un perfecto broche final al viaje campero de la entidad taurina de la capital navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX