Disfrutó de una visita guiada a la ganadería madrileña de Victoriano del Río.
El Club Taurino Gracurris de Corella, fundado en julio del año pasado, realizó recientemente el primer viaje campero de su historia, que tuvo por destino la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra.
Allí, en la dehesa El Palomar, se crían los toros marcados con el hierro de Victoriano del Río, ganadería que lidiará en la próxima Feria del Toro. Los aficionados corellanos, una treintena, recorrieron la magnífica finca y pudieron contemplar en primera línea los ejemplares que el ganadero tiene apartados con destino a la capital navarra.
Esta excursión estuvo precedida unos días antes por una charla sobre el toro bravo, cuya presentación corrió a cargo del historiador corellano Ramón Villanueva. De la vida en el campo de este animal, de su manejo, cuidado, apartado y transporte a la plaza disertó Antonio Goya, uno de los socios fundadores de esta entidad taurina, que fue mayoral de ganadería bravo y recorrió España y Francia al cuidado de los caballos de Hermoso de Mendoza. Por su parte, Santiago Lázaro, también fundador, maestro de profesión y aficionado práctico, centró su conferencia en la lidia del toro, en los diferentes tercios, en las diversas suertes del toreo, desde que comienza un festejo con el paseíllo hasta la muerte del toro.