El joven de Barañaín, de 15 años, cortó dos orejas y se clasificó así para la final del bolsín de esta localidad, que se disputa el próximo viernes.
El navarro Alejandro Bonel consiguió el sábado pasado en la localidad guadalajareña de Pastrana el triunfo más importante de su todavía incipiente profesión, ya que consiguió cortar dos orejas en la semifinal del bolsín taurino de esta localidad y alcanzó así un puesto en la final, que se disputará el próximo viernes.
El joven de Barañain, de 15 años, hizo el paseíllo con becerristas mucho más rodados que él, como Sedano Vázquez (oreja), Juan de Castilla (oreja) y Jaime Rodríguez (oreja). Todos ellos se enfrentaron a un encierro de añojos adelantados –a dos meses de cumplir los dos años, de Isabel Reina, que ofrecieron un juego dispar.
Bonel se enfrentó al cuarto y último, un novillo reservón de salida, algo parado, que midió en el capote. Se fue a portagayola y en esos terrenos lo recibió con cinco gaoneras; al intentar ejecutar la sexta, resultó cogido sin mayores consecuencias. Después, al intentar clavar un par de rehiletes, sufrió una voltereta.
Ya con la muleta, se encontró un ejemplar muy noble y con calidad en su embestida. El navarro comenzó la faena de rodillas en los medios. Seguidamente, se hizo con el añojo mediante dos buenas tandas de derechazos, iniciadas con molinetes. Continuó toreando al natural, en tres tandas, y con ayudados por alto, rematados con una trincherilla. Terminó con una estocada, algo tendida; el novillo tardó en caer y el de Barañain acertó al segundo golpe de descabello. Fue premiado con las dos orejas del animal, justo reconocimiento al conjunto de su labor.
Alejandro Bonel dio sus primeros pasos toreros en la Escuela Taurina de Navarra, de la mano de Manolo de los Reyes y junto a Juan José Luri “El Luri”, de San Adrián. Hace algo más de un año, decidió dar un importante paso e ingresó en la escuela de alto rendimiento de la Fundación Iván Fandiño, sita en Guadalajara y dirigida artísticamente por el matador de toros Luis Miguel Encabo.
La de Pastrana fue su quinta becerrada con muerte y, por tanto, con la del viernes alcanzará la media docena, en una tarde en la que tratará de imponerse a Juan de Castilla y Ricardo de Santiago.