Participarán este sábado con otros aficionados del país en una carrera alternativa: “Si los toros no pueden venir a Pamplona, iremos a buscarlos”
Jamás me hubiese imaginado que tras las circunstancias tan especiales de este año hubiese podido correr el encierro en estas fechas”. Teo Lázaro Armendáriz, que a sus 48 años de edad acumula tres décadas delante de los toros sobre el empedrado pamplonés, confía su ilusión en un vídeo promocional grabado días atrás de la carrera que tendrá lugar a las diez de la mañana de este sábado en la finca Cabezal Viejo, de la localidad salmantina de La Encina, a ocho kilómetros de Ciudad Rodrigo. En ella pastan toros de la ganadería de José Cruz, quien a su muerte confió su legado de pasión y crianza brava a su hijo, Rafael.
El ganadero, que mudó de Otxandiano (Vizcaya) para instalarse en tierra de toros como es Salamanca y con raíces baztanesas, “es un enamorado de Pamplona. Es un enamorado de los Sanfermines”.
En un año tan insólito como especial, por efecto de la pandemia que ha obligado a la reclusión y fijar medidas higiénicas, no se le ocurrió otra cosa que compartir su pasión taurina en una secuencia televisiva, Tauromaquias Confinadas. Se sirvió de un Canal de Youtube para divulgar una jornada de labor en el campo con reses bravas y dos tentaderos, uno de ellos con novillos y toros, para dedicar el tercer capítulo del serial al encierro de Pamplona.
“Lo veía con mucha dificultad. ¿Por qué no reproducir el encierro en la finca?”, se dijo a sí mismo, como subraya Teo Lázaro. La idea fue madurando hasta el punto de compartirla y de encontrar la alianza en el corredor madrileño David Rodríguez, habitual de Pamplona. Su red de contactos se amplió lógicamente al epicentro de la fiesta, con la respuesta satisfactoria de doce navarros, que hoy vestirán de blanco y rojo con el pañuelo anudado al cuello. Correrán al lado de homólogos de afición, venidos de Guadalajara, el propio Madrid, La Rioja o Cádiz.
Sobre un corredero circular de 800 metros, donde se ejercitan los toros de José Cruz antes de la lidia, revivirán el espectáculo de las mañanas de julio. “Hay muchas dudas de cómo hacerlo. Igual la primera vuelta la dan solo los toros con los cabestros para que se vayan atemperando. Los toros están acostumbrados a dar varias vueltas. A la hora de coger toro, hay que guardar las distancias. En su terreno, hay que darles más distancia, porque sino te comen No sabemos cómo van a reaccionar. No sabemos si segurián su instinto gregario o si se darán la vuelta”, aprecia Lázaro Armendáriz.
En cualquier caso, primará la seguridad con un dispositivo sanitario y el equipo de vaqueros de la finca quienes, a caballo, vigilarán cualquier movimiento extraño. No faltarán pastores para azuzar y orientar la manada en la dirección convenida y conveniente.
“El encierro da vida”
Reconoce Teo Lázaro sentirse afortunado por dar rienda suelta a una afición, que, como tantos otros, eleva al grado de pasión. “Con sensaciones encontradas” y una notoria diferencia con la carrera por antonomasia que discurre por el entramado de Pamplona, se define un “romántico” del encierro: “Me da vida. En circunstancias dolorosas de mi vida, mi objetivo era llegar al encierro. Hace 14 años pasé un cáncer y deseaba llegar al 7 de julio en condiciones para ponerme delante de los toros. Sé que es difícil suplir a Pamplona, pero el encierro de hoy en Salamanca tratará de paliar la carencia de un año tan complicado como éste”.
La jornada, en la que estarán también el torilero Daniel Azcona, Gorka Cía e Iñaki García, entre otros, será retransmitida el martes por un canal de Youtube desde poco antes de las ocho de la mañana cuando debía rasgar el cielo el primer cohete del encierro. Como promete Iñaki García, “si los toros no pueden venir a Pamplona, iremos a buscarlos”.
Información de Natxo Gutiérrez publicada en diariodenavarra.es