«No entiendo que no se me concediera la oreja con la petición que hubo».
Lugar: plaza de toros de Campo Góticos (Palencia).
Ganado: seis utreros de Hermanos Martínez Pedrés, muy bien presentados, con clase y nobleza, pero con las fuerzas justas en líneas generales.
Diego Hermosilla: ovación y silencio.
Javier Jiménez: silencio en ambos.
Curro de la Casa: oreja en ambos.
Incidencias: un tercio de plaza en tarde sofocante de temperatura y con el público sin entrar todavía en el quehacer de la feria. De la casa salió a hombros.
El novillero Diego Hermosilla no tuvo demasiada suerte ayer en la plaza de Palencia, en la novillada inaugural de la feria y, pese a ello, saludó desde el tercio, correspondiendo a una ovación, tras acabar con el que abrió plaza. Según Aplausos.es, puso voluntad en sus dos turnos. Su primero tuvo clase pero la fuerza justa mientras que su segundo duró poco. Aun así dejó naturales de cierta entidad. Para Diario Palentino, poco o casi nada pudo hacer con el capote en su primero. Un novillo bien presentado como todos los del festejo, en el que escuchó los primeros aplausos al llevarlo al caballo. Faena brindada a Manolo Sánchez, con principio en los medios y basada en la mano izquierda. Lo mató de una estocada ligeramente desprendida. Siguiendo la misma fuente, en el cuarto lo intentó con la izquierda sin conseguir contagiar al tendido. Terminó con un pinchazo y una entera.
Terminado el festejo fue entrevistado por el citado periódico local:
Imagino que no se irá muy contento que digamos de Palencia, sobre todo por su segunda actuación…
Pues la verdad es que no me marcho muy satisfecho. Aún así me quedo con esa petición de oreja que hubo en los tendidos en el primero de la tarde y que aún no acabo de entender por qué el presidente no la concedió. Y con el segundo de mi lote, reconozco que no estuve bien. Era un animal que hizo cosas raras de salida y no me acabé de acoplar con él.
Con el primero se le vio confiado, todo lo contrario que con el segundo
Es que el primero era un novillo que tenía mucha calidad y nobleza, y pese a que no le acompañaban las fuerzas demasiado, me ha dejado torearle por abajo y muy despacito como a mí me gusta. Pienso que ha sido un buen ejemplar.
Y con el segundo, ¿qué paso?
Lo que ha sucedido es que ya cuando estaba recibiéndole con los lances me avisó un par de veces al colarse por el pitón derecho. Es verdad también que, por esa circunstancia que digo, no lo he acabado de ver claro. Traté de hacerle las cosas con la mano izquierda, pero reconozco que no me acabé de acoplar y es una lástima.