Según un buen testigo presencial, acudió a la plaza escaso público y la de rejones fue pitada por muy desigual.
La plaza de toros de Corella acogió ayer el desencajonamiento de las dos corridas de toros de su feria. Según un buen testigo presencial, hubo un retraso de unas dos horas por problemas con los transportistas. Ante unas doscientas personas, hubo una exhibición de recortes, el anunciado espectáculo Ribera Brava, con Don Tancredo, balancín y demás. Después, se desembarcó el encierro de Virgen María, muy chico, aunque tapándose con la cara, según la misma fuente.
Y, seguidamente, el de Escobar para rejones, que fue pitado por muy desigual. Al parecer, debe haber desde erales hasta cinqueños, aunque habrá que esperar al acta de la Policía Foral para comprobar este hecho. En definitiva, partiendo de la información de la fuente citada, se puede hablar de un completo fracaso.