El tentadero fue presenciado, entre otros, por medio centenar de socios del Club Taurino de Pamplona. Fotografías: Jaime Esparza.
La finca lodosana El Ontanal acogió el sábado pasado un nuevo tentadero de reses marcadas con el hierro de Ganadería de Pincha, prueba que estuvo protagonizada por los matadores de toros Pedro Carra y Javier Castaño, y que fue contemplada, entre otros, por medio centenar de socios del Club Taurino de Pamplona. Y nadie, ni el propio ganadero, José Antonio Baigorri, se marchó decepcionado. Todo lo contrario.
A la plaza de tientas saltaron tres vacas, de distinta condición: encastada la primera, de gran calidad la segunda –y muy brava en el caballo, ya que aceptó más de diez puyazos- y toreable, sin más, la tercera y última. Ante ellas, tanto Castaño como Carra disfrutaron toreando pero, sobre todo, ofrecieron una lección de cómo se debe tentar, siempre al servicio del ganadero y no priorizando el lucimiento individual. Quienes sí se lucieron fueron dos alumnos de la Escuela Taurina de Navarra que dirige Manolo de los Reyes: el novillero navarro El Luri y Ekaitz Moreno, de San Sebastián y de tan sólo 11 años, dos verdaderas promesas del toreo.
La nota negativa de la tienta llevó en la tercera vaca. La erala se metió debajo del caballo y lo acabó derribando. Al buen picador, Ramitos, le cayó el caballo el caballo encima. Fue trasladado a un centro sanitario y hoy, domingo, ya se encontraba recuperándose en su domicilio riojano. Tras este percance, la vaca fue retirada del ruedo, luego volvió a salir y todo este manejo acabó acusándolo en la tienta.