CASCANTE ACOGIÓ UNA EXHIBICIÓN DE TRASHUMANCIA CON 60 CABALLISTAS

Los caballistas participantes conducen a las reses de la manada a lo largo de una de las calles de Cascante y ante la mirada de algunos espectadores. Fotografía: Rafael Villafranca.

Los caballistas participantes conducen a las reses de la manada a lo largo de una de las calles de Cascante y ante la mirada de algunos espectadores. Fotografía: Rafael Villafranca.

La manada estuvo formada por once vacas de raza avileña y tres cabestros.

Cascante revivió épocas pasadas durante la mañana de ayer con la segunda edición de la ruta de trashumancia. La localidad acogió una exhibición de esta tradicional práctica ganadera. La trashumancia es una práctica rural tradicional que consiste en el desplazamiento estacional del ganado, generalmente entre zonas altas o de mayor latitud, destinadas a los pastos de verano, y zonas bajas o de menor latitud, en las que el ganado pasta en verano. En Navarra, cuatro son las vías más importantes, y se les conoce como Cabañeras: Andía, Las Provincias, Aezkoa y Los Roncaleses.

En esta edición, más de 500 personas esperaron la entrada de las 11 vacas de raza avileña, que llegaron a la localidad acompañadas por tres bueyes y unos 60 caballistas por la calle Victoria tras recorrer la Vía Romana. El traslado del ganado concluyó en los corrales de la calle Victoria.

Para esta edición se cambió el recorrido, lo que provocó que el público asistente, que se congregó a lo largo del vallado, fuera más numeroso.

Desarrollo de la jornada

Las reses participantes en la exhibición, que pastan en Mendavia y pertenecen al peraltés Javier Ezquerro, no fueron las únicas protagonistas del día, ya que éste comenzó a las 8 horas con un desayuno que se sirvió en los aparcamientos del antiguo campo de fútbol, a los pies de la Basílica del Romero. A las 9 horas, y tras haberse inscrito, los caballistas se dirigieron hasta la Cañada Real donde, a las 10.30 horas, se soltaron las once vacas y los tres mansos que durante casi tres horas recorrieron los parajes de Los Royales, camino de Pulguer y la Vía Romana hasta confluir en los corrales de la Victoria. La llegada se produjo con algo de retraso, puesto que dos vacas se escaparon de la manada cuando ésta se encontraba a las puertas de Cascante, y los caballistas tardaron cerca de quince minutos en devolverlas al recorrido.

La jornada, que terminó con una comida en el restaurante El Caminito, se desarrolló con un único accidente, ya que José Burgaleta Lasheras, natural de Tudela y de 68 años, sufrió un golpe en  la cabeza al caerse del caballo.

Información de Rafael Villafranca para Diario de Navarra.

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