Con este gusto toreó al natural Bruno Martínez en Ejea de los Caballeros.
Realizó en Ejea de los Caballeros una magnífica faena, merecedora de dos orejas, a un bravo novillo de Toros de Guerrero. Imágenes.
Tras clasificarse para la semifinal del bolsín de Arles, Bruno Martínez continúa con su progresión y prueba de ellos es que acaba de ser el ganador de la final del IV Certamen de Convivencias Taurinas, en el que han participado cinco escuelas: la oscense, la de Castellón, la de Guadalajara, la de Valencia y la de Alicante. La final se celebró en la plaza zaragozana de Ejea de los Caballeros, en una tarde marcada por el viento y por el frío.Alcanzaron la final cinco novilleros, quienes previamente habían intervenido en cinco tentaderos, celebrados en las fincas de Santafé Martón, Alicia Chico y Manuela Patón; concretamente, además de Martínez, torearon en la final Javier Aparicio, Alejandro Casado, Javier Cuartero, Luis Pizarro y Fran Fernando, también de la escuela oscense, quien fuera del certamen cortó una oreja en su despedida de novillero sin caballos.
Al joven pamplonés le correspondió el novillo que abrió plaza, que atesoró bravura, nobleza y clase. Comenzó su faena de rodillas, con una tanda de derechazos bien rematada con el pecho. El novillo fue a más y la faena de Bruno, también. Comenzó con unos derechazos que dejaron ver la clase de la materia prima. Tras dos buenas tandas, cambió de mano y dibujó naturales largos, limpios y mandones. Volvió a la diestra y se lució en redondo.
La faena mantuvo su alto nivel con más naturales, templados, en los que alargó la embestida del bravo novillo. Unas vistosas manoletinas de rodillas pusieron fin al trasteo. El navarro tenía las dos orejas en sus manos, pero acertó con la estocada después de haber pinchado en dos ocasiones. Pese a ello, fue tal la calidad de su toreo que fue declarado triunfador.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX