El novillero pamplonés probó la bravura de eralas de San Mateo y San Marcos, y de Pablo Moreno. Imágenes.
Bruno Martínez continúa su preparación en tierras mexicanas, pese a la llegada de las fiestas de Navidad. Hasta el momento, ha intervenido en numerosos tentaderos y será con la llegada del nuevo año cuando cambie las tientas por novilladas sin caballos, el traje corto por el de luces. De momento, en las últimas tientas ha dejado muy buena imagen.Tentó en el rancho El Cuadrado, en el Valle de Guadalupe, estado de Jalisco, pura historia del campo bravo mexicano. Probó la bravura de dos vacas de San Mateo San Marcos, que ofrecieron muy buen juego. El hierro de San Mateo, con origen Saltillo, inauguró en 1946 la plaza México. La de San Marcos, más joven –fundada en 1944- se ha convertido en otra de las más importantes del país americano.
Y el novillero pamplonés toreó asimismo en el rancho Torre Vieja, sito, como el anterior, en el estado de Jalisco. Su propietario, Pablo Moreno Valenzuela apartó dos vacas para el joven navarro, dos reses bravas que le permitieron disfrutar ante ellas y tirar de repertorio por la calidad que atesoraron.
Esta vacada de bravo fue fundada en 1988 por Francisco Torre López, con 70 vacas de De Santiago y tres sementales de Garfias. Agregó después cinco vacas de Covarrubias e Hijos, procedencia Jesús Cabrera. El 10 de mayo de 2008 la adquirió su actual propietario, Pablo Moreno Valenzuela, quien agregó en 200, dos sementales y 25 vacas de Montecristo y en 2010, 25 vacas de El Vergel y un semental de procedencia Manolo Martínez.