Roberto Armendáriz se dispone a clavar un par de banderillas.
Fue su última prueba antes de su actuación del 6 de julio en la plaza de Pamplona. Reportaje fotográfico: Alberto Arelizalde.
Buena mañana taurina la vivida ayer en la finca El Pontarrón de Noain, cuartel general del rejoneador navarro Roberto Armendáriz. Él y los becerristas Pablo Hernández y Eduardo Ruiz de Velasco protagonizaron buenas faenas, gracias en buena medida al buen juego los erales de Hermanas Azcona, de Olite.
El caballero navarro probó numerosos caballos, pero puso el énfasis en los que, probablemente, desplazará pasado mañana a Pamplona y que, entre otros, son los siguientes: Cristal y Heroi, ambos de salida, y Farruco, Diamante, Capea y Rubí para banderillas.
La prueba se convirtió en un magnífico entrenamiento de cara a la cita con Pamplona el próximo 6 de julio, tarde en la que alternará con Leonardo y Guillermo Hermoso de Mendoza, que se presentará en la capital navarra. Bordó el toreo frente a su primero y la pena fue que su segundo se lastimó y hubo que retirarlo.
Y buenas maneras mostraron asimismo los becerristas Pablo Hernández y Eduardo Ruiz de Velasco, de Pamplona y de Madrid, respectivamente. Todos ellos –rejoneador y novilleros- estuvieron perfectamente por auxiliados por dos prestigiosos hombres de plata, Pablo Simón y Alberto Navarro. Los dos formarán parte el 6 de julio de la cuadrilla de Armendáriz. La jornada concluyó con una suculenta comida de hermandad.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX