ARMENDÁRIZ LOGRA EN ZAMORA EL CUARTO RABO DE SU TEMPORADA

Armendáriz consiguió el tercer rabo de su temporada en El Herrumblar.

Armendáriz consiguió el tercer rabo de su temporada en El Herrumblar.

Lo paseó en la plaza de Carbajales de Alba, de un toro de Tabernero Orive.

Ganado: Tres cuatreños y tres utreros de Tabernero Orive, de buen juego en general.

Rejoneadores: Rubén Sánchez (dos orejas y dos orejas y rabo), Roberto Armendáriz (oreja y dos orejas y rabo) y Lea Vicens (ovación y dos orejas).

Lugar y fecha: plaza de toros de Carbajales de Alba (Zamora). 6 de septiembre.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. Los tres rejoneadores salieron a hombros.

Roberto Armendáriz logró cortar el viernes pasado el cuarto rabo de su temporada y lo hizo en la plaza zamorana de Carbajales de Alba, tras rubricar una tarde muy completa de toreo a caballo.

A su primero lo recibió sobre Visir, montura con la que dejó un rejón de castigo. En banderillas, visto que el toro iba a menos, el caballero navarro optó por Delirio, que completó todo el tercio y se lució con ajustadas piruetas. Para el tercio final, montó al veterano Polvorilla, que hizo vibrar con su toreo de cercanías y en tres cortas consecutivas. Sin embargo, el rejón letal vino precedido de un metisaca y un pinchazo, por lo que los ánimos de los espectadores se enfriaron y el premio se redujo a un trofeo.

Pero lo mejor estaba por llegar. Ya de salida, el quinto mostró que tenía mucha transmisión. Dada esta condición, el jinete de Noain, sobre Señorita, decidió castigarlo sólo con un rejón, dejarlo algo crudo para el resto de la lidia. No se equivocó. En banderillas, puso la plaza al rojo vivo, primero con el poderoso toreo de costado de Grano de Oro, en dos palos, y después con Prometido, que llevó al codicioso toro muy encelado, a dos pistas, en una vuelta al ruedo completa. Fue una faena completa, sin tiempos muertos, ante un ejemplar que atesoró calidad, concluida sobre Cristal, con el que dejó tres cortas sin respiro y un rejonazo arriba de efectos fulminantes. El público pidió los máximos trofeos y el palco no dudó en concederlos. En definitiva, tres orejas, un rabo y aclamada salida a hombros.

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