El caballero de Noain comenzó su temporada de un modo arrollador.
El caballero de Noain rubricó en la plaza madrileña un inicio arrollador de temporada.
Ganado: cuatro utreros de Herederos de Pilar Martínez y dos, segundo y sexto, de Eusebio Naranjo, bien presentados y de buen juego en general, y entre los que destacaron el segundo, el tercero y el cuarto.
Álvaro Montes: oreja en ambos.
Joao Telles: ovación y aplausos.
Roberto Armendáriz: dos orejas y dos orejas y rabo.
Lugar: plaza de Ajalvir (Madrid).
Fecha: 2 de febrero de 2013.
Incidencias: Un cuarto de plaza. Segunda y última de feria. Montes y el caballero navarro salieron a hombros.
Roberto Armendáriz no pudo comenzar ayer mejor su temporada. Triunfo redondo en Ajalvir, de cuatro orejas y un rabo, y, sobre todo, toreo a caballo maduro, de calidad, por parte del rejoneador navarro, que supo imponerse a la materia prima y a la gélida temperatura.
Ante su primero, justo de fuerza pero con buen fondo y clase, hizo debutar de salida a la yegua Señorita, una alazana con el hierro de José Díaz con la que cuidó al utrero con sólo un rejón de castigo. En banderillas, el caballero de Noain ofreció un recital de buen toreo, primero con los ceñidos quiebros de Ranchero y después con las espectaculares piruetas de Delirio. En el tercio final, sobre Berlinde, dejó tres cortas sin respiro y terminó con un rejonazo, que puso en bandeja el doble trofeo.
Armendáriz se había asegurado la puerta grande pero volvió a salir a por todas frente al que cerró plaza, un utrero algo brusco pero que tuvo transmisión. El jinete navarro volvió a cuidar al astado clavando un único rejón de castigo, a lomos de Visir.
En banderillas, calentó los tendidos con el elegante toreo de costado de Prometido y, de nuevo, con las apretadas piruetas de Delirio. Faena de mucha calidad, sin tiempos muertos, que concluyó con Trasnochador, con el que se lució en tres cortas consecutivas en escaso terreno y un rejonazo que provocó una muerte espectacular del utrero y permitió que el torero de Noain cobrase el primer rabo de la temporada.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX