ALGUNAS PROPUESTAS TAURINAS PARA ESTA TEMPORADA. ARTÍCULO DE OPINIÓN

San Adrián fue la única localidad navarra que el año pasado celebró novilladas sin picadores.

San Adrián fue la única localidad navarra que el año pasado celebró novilladas sin picadores.

Dado el alarmante descenso de novilladas con picadores, el Gobierno de Navarra debería permitir tomar la alternativa con 15 novilladas picadas y no con 25. Asismismo, todas las ferias navarras, incluida la de Pamplona, deberían contar con los dos matadores de toros y la pareja de novilleros con caballos de Navarra.

La temporada taurina 2014 ya está en marcha. La Feria de Fallas ya ha dado su último coletazo. Las de Sevilla y Madrid están a la vuelta de la esquina. Y la temporada taurina de Navarra ya ha comenzado, de la misma manera que lo solía hacer en los últimos años, con un festejo taurino en la plaza de Fitero. Fue una entretenida corrida de toros, en la que lo más gratamente destacable fue la entrada que se registró, el magnífico aspecto que mostraron los tendidos.

Ahora bien, este hecho no puede hacer olvidar lo dura que resultó la pasada temporada, la de la crisis aguda, que experimentó una drástica reducción de festejos en todo el orbe taurino. Los bolsillos no estaban, y siguen sin estar, para bromas. Y el público fue selectivo a la hora de pagar para acudir a una plaza de toros. Muchas personas optaron por no retirar el abono de la feria de su localidad y por adquirir dos o tres entradas de ese ciclo.

Dentro de los diferentes tipos de festejos taurinos, donde más se acusó la crisis fue en las novilladas. Según algunas fuentes, se celebraron hasta un sesenta por ciento menos que en la temporada de 2012, también tocada por la crisis. Sirva como ejemplo que en Navarra, el año pasado, sólo celebraron novilladas sin picadores en San Adrián, cuando hace unos años había un buen puñado de plazas navarras que las ofrecían.

Crisis aparte, las novilladas recibieron la puntilla con la subida exagerada del IVA, del 8 al 21%, trece puntos en total, casi nada. Cierto es que se trata de un espectáculo deficitario pues en sus carteles no aparecen los nombres de grande figuras, de ésas que atraen al gran público, sino de unos chavales que sueñan y luchan por llegar a ser mandones matadores de toros. Sin embargo, poseen gran importancia pues en ellas se anuncian la cantera del toreo, su futuro.

Hace unos meses, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció una reducción del IVA cultural al 10% y que afecta a la organización de festejos taurinos, al igual que a otro tipo de espectáculos. Pero tal medida todavía no se ha llevado a cabo y la temporada avanza.

Por ello, sería muy de agradecer que el Gobierno de Navarra tuviera mano, temple, sensibilidad ante esta situación y permitiese que los novilleros navarros puedan tomar la alternativa con, por ejemplo, quince novilladas picadas en su haber y no con las veinticinco que exige actualmente el reglamento. De lo contrario, teniendo en cuenta el gran descenso de novilladas celebradas, nuestros novilleros podrán alcanzar ese número reglamentado cuando con una mano sigan toreando y con la otra estén llamando a la Meca solicitando reserva de habitación en tal residencia.

Las normas están para cumplirlas pero también se debe tener temple ante situaciones peculiares y difíciles como por las que atraviesan las novilladas. Y el Gobierno de Navarra no puede permanecer insensible a ellas.

Y más si se tiene en cuenta que el ambiente taurino en Navarra, propio y diferencial de esta tierra, goza de magnífica salud. Nunca en la historia habían coincidido dos figuras navarras del rejoneo, dos matadores de toros y dos novilleros con picadores. Seis toreros en total que mantienen más viva que nunca la afición de los navarros a los toros.

Por ello, las empresas que rigen nuestras plazas deberían ser conscientes de esta realidad y sumarse al tirón. Rejoneadores aparte –sobran los nombres-, qué bonito sería ver anunciados en Pamplona, incluso en un mano a mano, a nuestros dos matadores de toros, a Francisco Marco y Javier Antón. O ver compartir cartel en la capital navarra a nuestros dos novilleros, a Francisco Expósito y Javier Marín, bien el 5 de julio bien en otra fecha sanferminera, como sucedió aquella mañana del 13 de julio de 1996, con esa novillada picada matinal, ese mano a mano entre Edu Gracia y Francisco Marco.

Igual de grato sería si esto sucediera en otras ferias, en otras plazas de Navarra. Es más, en el terreno económico, sería una iniciativa positiva, ya que el efecto de anunciar a toreros navarros se iba a dejar notar en taquilla. Por otro lado, se podría llegar a crear una sana rivalidad entre los aficionados, partidarios de tal o cual matador de toros, o de un novillero u otro. Sólo es cuestión de voluntad, de que la afición taurina de Navarra siga creciendo. Ojalá que todas las partes afectadas –empresas, apoderados y toreros- tomen nota.

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