Natural de uno de los aficionados prácticos franceses.
Auxiliados por Manolo de los Reyes y Rafael Cañada, lidiaron y estoquearon un magnífico utrero. Galería fotográfica: Daniel Pablo.
La finca El Ontanal de Lodosa se impregnó recientemente de aroma taurino francés. Y no sólo eso. Sucedió lo que muy pocos esperaban. Tres aficionados prácticos franceses lidiaron y estoquearon un utrero desancado (tenía partida el anca derecha) de Ganadería de Pincha. Y cuál fue la sorpresa que el novillo, pese a esa lesión, derrochó motor y nobleza en los engaños y fue bravo en el caballo de Ramitos, que cumplió a la perfección su labor. El utrero acudió tres veces al peto, la última de un lado hasta el opuesto de la plaza de tientas; fueron tres varas con una puya casi de plaza de toros.
Los tres aficionados prácticos llegaron de la mano de Denis Labarte, quien, un mes antes, aproximadamente, había lidiado un toro del mismo hierro y en el mismo escenario, toro que iba a ser estoqueado pero que, por su bravura, se ganó el indulto. El trío de jóvenes franceses contó con una inestimable ayuda: estuvieron perfectamente auxiliados por Rafael Cañada y el pamplonés Manolo de los Reyes.
Los aficionados prácticos se las vieron –a veces se vieron desbordados- con un novillo con mucho motor, que no se cansó de embestir humillado, con mucha clase, e que hizo honor a su origen, a ser hijo de uno los sementales más viejos de la ganadería. Al final, todos satisfechos, tanto los toreros prácticos como el ganadero, José Antonio Baigorri, que quedó encantado de la materia prima lidiada.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX