Alejandro Adame pasea en triunfo una oreja, la única concedida a lo largo de la tarde.
Carlos Domínguez y Diego García no han tenido apenas opciones con sus respectivos lotes. Reportaje fotográfico.
Ganado: Seis utreros de Baltasar Ibán, de desigual presentación y juego, con dos de alta nota, primero y cuarto, ovacionados en el arrastre.
Novilleros: Alejandro Adame (oreja y saludos tras dos avisos), Carlos Domínguez (vuelta tras petición y silencio tras aviso) y Diego García (silencio y ovación tras aviso).
Presidencia: A cargo de Javier Campo, asesorado por Santiago Campo y el veterinario Isaías Bautista, ha cumplido con buen criterio su cometido.
Incidencias: Más de media plaza. Tarde soleada y agradable. Tercer festejo con muerte del abono. Los tres novilleros han hecho el paseíllo desmonterados. Juan José Rueda ‘El Ruso’ ha sido cogido por el tercero y en la enfermería ha sido atendido de hematomas en la región dorsal. Han saludado montera en mano José Luis Moreno y Toñete tras banderillear al segundo de la tarde.
La novillada de Baltasar Ibán ha dejado en Peralta un sabor agridulce. Ha habido dos novillos importantes, primero y cuarto, que han embestido con nobleza y fijeza, ambos aptos para triunfar; al cuarto, por su clase, bien se le ha podido dar la vuelta al ruedo. Sin embargo, el resto del encierro ha resultado soso, carente de transmisión. Además, varios utreros se han acordado del encierro matinal y han tenido marcada querencia a toriles.
Ante este panorama, Alejandro Adame se ha llevado el lote, muy apto para un triunfo de puerta grande, que no ha conseguido. Ante el que ha abierto plaza, se ha lucido con los lances de recibo. Después, tras un picotazo en el caballo, el novillo ha embestido con clase, muy humillado. El mexicano lo ha toreado por ambos pitones y, pese a que no ha estado acertado con el estoque, se le ha premiado con una oreja. El buen utrero, Barberito, ha recibido una gran ovación en el arrastre.
El cuarto, Pardal, ha sido el utrero de la tarde. Con clase y recorrido, Adame le ha realizado una buena faena, insistiendo por el pitón izquierdo, aunque en varias ocasiones se ha visto sorprendido por la codicia del novillo. Ha sido un trasteo largo, que no ha tenido un buen final, tanto que han sonado dos avisos. El mexicano ha saludado desde el tercio y el novillo ha recibió una gran ovación. Adame ha pasado de poder conquistar la puerta grande a ver cómo ha podido ser devuelto a los corrales el cuarto de esta novillada picada.
Carlos Domínguez, por su parte, se ha encontrado con un novillo soso, ante el que no ha llegado a acoplarse y ha sufrido numerosos enganchones. Ha matado de media de efectos rápidos y ha habido petición de oreja. El palco no la ha considerado mayoritaria y el novillero se ha tenido que conformar con dar la vuelta al ruedo.
Ante el soso quinto, justito de presencia, ha pegado muchos pases pero vacíos de contenido, carentes de calidad. Ha tardado en matar, ha sonado un aviso y el público ha guardado respetuoso silencio.
Diego García, por último, se ha encontrado con un tercero, también justo de presencia y también soso, al que no ha puesto en los terrenos que pedía. El novillo ha acusado la querencia del encierro y ha terminado en toriles sin que el matador haya llegado a hacerse con él. Ha matado al tercer intento y ha recibido el silencio de los tendidos.
El sexto ha sido un novillo muy complicado, que ha recibido además mala lidia por parte de la cuadrilla. En el inicio de la faena, se ha ido a toriles y García ha tenido que intentarlo todo en ese terreno. No ha estado acertado en la suerte suprema, y ha recibido un aviso del palco y una ovación del público en reconocimiento a su esfuerzo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX