Javier Cortés toreando con la diestra a su primero esta tarde en el coso tafallés.
El encierro portugués, salvo dos ejemplares, embistió con nobleza y mereció perder más trofeos.
Ganado: Cuatro toros de Couto de Fornilhos y dos de Santa Teresa, primero y tercero, bien presentados y nobles, salvo el descastado cuarto y el peligroso quinto.
Diestros: Sánchez Vara (silencio tras aviso y oreja), Javier Cortés (oreja y silencio tras aviso) y Esaú Fernández (oreja y saludos).
Incidencias: Menos de media plaza. Tarde agradable. Tercera de la Feria de Tafalla. El subalterno Raúl Cervantes ha saludado montera en mano tras banderillear al tercero.
Como en el primer día, en la tercera de feria se echó en falta más público en los tendidos, ése que tradicionalmente aportaba buenas entradas al ciclo taurino tafallés. Y, sobre el ruedo, tres diestros con tres estilos diferentes, que han firmado un empate técnico en cuanto a trofeos, sólo en lo referido a los trofeos.
Sánchez Vara en primer lugar se ha encontrado con un toro noble y justo de fuerza. Ante él, ha realizado una faena aseada, mal rematada con los aceros: tres pinchazos y una estocada han obligado al público a guardar silencio. El cuarto, feo, se ha quedado sin picar. El diestro ha sido aplaudido con los rehiletes. Uno de sus banderilleros se ha lucido con el salto de la garrocha. En el último tercio, el de Guadalajara se ha encontrado con un toro bronco, que se defendía, descastado. Ante tal panorama, ha puesto mucha disposición, pero sin lograr conectar con los tendidos. No es un diestro estilista pero sí luchador. Ha matado de una estocada caída y el público le ha premiado con una oreja.
El primero de Javier Cortés, un jabonero sucio, se ha roto de salida en un burladero el pitón izquierdo. Manso en varas, el toro ha sido noble en último tercio hasta rajarse. El madrileño lo han entendido y le ha dado la lidia que tenía. Faena pulcra, concluida con una estocada trasera y tendida, y un descabello. El toro muere en toriles y Cortés cobra una oreja. Su segundo, el quinto, ha sido más chico, ha tenido más cara y más movilidad asimismo. Tras emplearse en el peto, ha resultado complicado en la muleta, sobre todo por quedarse corto. El espada ha derrochado voluntad ante un toro peligroso, pero ha matado mal –tres pinchazos y una media-, ha sonado un aviso y los tendidos han guardado respetuoso silencio.
Por último, Esaú Fernández se ha llevado el mejor lote. Le ha correspondido en primer lugar el mejor toro de la tarde, un negro listón chorreado que derrochado nobleza. El sevillano no ha pasado de una faenita aseada. Ha matado de una estocada y un descabello, y los tendidos le han premiado con una oreja, pero de un toro de dos. Su segundo, el sexto, ha sido también noble, toreable. Pero el diestro no se ha decidido, no ha tirado del toro, no se ha cruzado, se le ha visto algo ventajista aunque es cierto asimismo que se ha visto muy molestado por el viento. Ha concluido su faena, larga, sin transmisión, con dos pinchazos y una estocada caída, y ha saludado desde el tercio.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX