Los ocho toros de Torrehandilla y Torreherberos que llegaron al Gas en 2012.
El ganadero ha querido conservar en sus manos el otro hierro de la familia: el de Torreherberos.
Alberto Morales, propietario hasta ahora de la ganadería de Torrehandilla, ha anunciado este miércoles la venta en su totalidad de la vacada y el hierro a la empresa Soberbina, si bien tanto Alberto como su padre, Joaquín Morales, han querido conservar en sus manos el otro hierro de la familia: el de Torreherberos. Torrehandilla llegó a lidiar en Pamplona; debutó, sin suerte, en San Fermín de 2012.
Alberto Morales ha estado dieciséis años al frente de la ganadería: ‘Empecé con 17 años de la mano de mi padre y ahora con 33 se pone el punto final con la satisfacción de haber cumplido muchos sueños y de traspasar la ganadería en un gran momento’, señala a través de una nota de prensa remitida a esta redacción.
El ganadero subraya que la venta ‘ha sido por la ilusión de renovar y emprender otros caminos en la vida’ a la vez que expresa su ‘máxima gratitud al mundo del toro por todo lo conseguido y logrado. Ahora es momento de seguir disfrutando del campo y la naturaleza en nuestra Dehesa Los Recitales -en Constantina, Sevilla-, pero con otras responsabilidades profesionales, criando ganado Limosín y Retinto, además de Cerdo Ibérico’, concluye.
Torrehandilla debutó en Pamplona en la Feria del Toro de 2012, el 14 de julio. No le acompañó la suerte y no regresó. Concretamente, se lidiaron cinco de Torrehandilla y uno, el tercero, de Torreherberos; seis toros de deficiente presentación por anovillados, aunque serios de cara, astifinos. Ofrecieron escaso juego por carecer, en conjunto, de las fuerzas mínimas necesarias. Salvo el primero y el sexto, el resto fue pitado en el arrastre. Pese a ello, Juan José Padilla le cortó una oreja a cada uno de su lote; El Juli tuvo petición de oreja en el quinto y Daniel Luque paseó un trofeo del que cerró plaza.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX