Toreó una novillada en Pamplona y se presentó en Navarra como matador de toros en la plaza de Tafalla.
José Ortega, matador de toros malagueño, falleció el lunes pasado, 21 de octubre, a los 75 años de edad, como consecuencia de un infarto agudo. Nacido el 16 de agosto de 1949 en Málaga, tras una notable etapa como novillero, tomó la alternativa el 18 de marzo de 1973 en la Malagueta, con Curro Romero como padrino y José María Manzanares de testigo. Ese día cortó una oreja a cada toro de su lote, de la ganadería de Juan Mari Pérez Tabernero Montalvo.
Confirmó la alternativa en Las Ventas el 29 de junio de 1980, siendo padrino Raúl Sánchez y testigo Lázaro Carmona. Todos ellos lidiaron toros de Prieto de la Cal.
En su plaza de La Malagueta cosechó un gran triunfo el 2 de septiembre de 1979, cortando tres orejas a toros de Ybarra, compartiendo cartel con Manili y César Pastor.
Su último paseíllo de luces tuvo lugar en La Malagueta, el 22 de mayo de 1983, donde alternó con El Monaguillo y Antonio José Galán en la lidia de un encierro de Francisco y José Ortega. Descanse en paz.
En Navarra, numerosas plazas
En Pamplona sólo toreó en una ocasión. Hizo el paseíllo el 6 de septiembre de 1970 para intervenir en una novillada sin caballos. Alternó con Miguel Sicilia ‘Campillo’, que cortó una oreja, y con Manolo de los Reyes, que paseó en triunfo el rabo de su primero. Actuó asimismo el becerrista local El Aspirino, al que Diario de Navarra calificó de “sin palabras”.
Todos ellos lidiaron seis erales y un añojo de Fuentelespino, que “salieron canela en rama. Ortega dio la vuelta al ruedo tras despachar a su primero. Pero frente al sexto, alargó demasiado la faena, llegó a aburrir, sonó un aviso y obligó al público a guardar silencio.
Para entonces, ya había toreado en Fitero (ovación y oreja), Cintruénigo (saludos y dos orejas), dos tardes en San Adrián (oreja y silencio, y dos orejas y rabo en un festival), Tafalla (aplausos y oreja). Y tras su actuación en Pamplona, regresó a Cintruénigo (dos orejas y dos orejas y rabo), Sangüesa (vuelta en ambos), dos tardes en Fitero (dos orejas y saludos; y dos orejas y oreja) y Cascante (cuatro orejas).
Corella y Tafalla
Dos años después, el 29 de septiembre de 1972, ya como novilleros con los del castoreño, toreó en Corella. Alternó con Chavalo, que se fue de vacío, y Currillo, que le cortó una oreja al quinto. Se lidiaron seis utreros de Julio Morales, bien presentados, pero, salvo el primero, mansotes y blandos. Le cortó una oreja a su primero, dio la vuelta al ruedo tras matar al cuarto y consiguió otro trofeo del sobrero. Conquistó así el I Trofeo Sillado, prestigioso galardón destinado al mejor novillero de la feria.
Al año siguiente, el 15 de agosto de 1973, se presentó en Navarra como matador de toros. Y lo hizo en la plaza de Tafalla. Hizo el paseíllo con José Falcón (oreja en ambos) y Utrerita (silencio y palmas). Se lidiaron seis toros de Martínez Elizondo, bien presentados, cómodos de cara, y de excelente juego, salvo el manso segundo; el quinto fue premiado con la vuelta al ruedo. Tuvo una tarde triunfal. Le correspondió el lote más manejable. Frente al tercero, entró a matar citando con un pañuelo, pinchó en tres ocasiones antes de dejar una estocada. Pese a ello, cobró una oreja. Y en el sexto, el palco le regaló la oreja que le abría la puerta grande.
Después de este triunfo, regresó a Navarra en 1981, para intervenir en un festival sin picar que se celebró en Fitero, con motivo de las fiestas de San Raimundo. Toreó con Curro Cruz (dos orejas y rabo), Roberto Bermejo (vuelta al ruedo) y el becerrista Miguel Jordán ‘Blanquito Chico’ (pitos). Se lidiaron tres novillos, y un becerro, de García Sánchez, serios, con raza y difíciles. Se encargó del que abrió plaza, muy complicado, y tras matarlo escuchó palmas. Fue su última actuación en Navarra.