El novillero Mario Sotos le cortó los máximos trofeos al bravo ‘Alcohólico’ dentro de un festival picado. Galería de imágenes: José Luis Espuelas (salvo las tres primeras, de Luis Barbero).
La plaza de toros de Calatayud, regida por el empresario tudelano Juan Luis Ruiz, fue el escenario ayer de un festival picado que deparó una muy grata noticia para el campo bravo navarro: la vuelta al ruedo a un utrero marcado con el hierro de Hermanas Azcona, de Olite; concretamente, recibió tal honor por su bravura el novillo llamado Alcohólico, marcado con el número 8 y negro de capa. Este triunfo obligó a dar la vuelta al ruedo al novillero Mario Sotos, que consiguió los máximos trofeos del bravo astado, a la ganadera Beatriz Azcona y a su mayoral, Enrique Catalán.
Este novillo fue lidiado en quinto lugar. Según publica Paco Muñoz en Burladero TV, “Mario Sotos se ha lucido con el capote galleando hasta el caballo y en quites por tafalleras. Muleta en mano, Sotos ha dado argumentos para confiar en su toreo, de buen corte y pasándose al astado muy cerca, firmando los mejores pasajes de la tarde. Con mucho contenido en su faena, el novillero justificaría su inclusión en carteles de otras ferias. Estocada entera. Dos orejas y rabo y vuelta al ruedo al novillo”.
El novillero conquense no fue el único triunfador de este festejo benéfico. Salieron también a hombros Cayetano, que le cortó las dos orejas al segundo, y el rejoneador Pérez Langa, que consiguió los máximos trofeos de un novillo de Fermín Bohórquez, el sexto, premiado asimismo con la vuelta al ruedo.
El festival se celebró bajo una tarde fresca en la preciosa plaza de toros de Margarita en Calatayud, que inaugurara en 1877 Salvador Sánchez ‘Frascuelo’. El festival se celebró a beneficio de varias asociaciones, como Amibil, la Asociación Española contra el Cáncer, Asaeme y Manos Unidas.
Respecto al resto de los actuantes, Jesulín de Ubrique, que abrió el festival, recibió el silencio del público. Imanol Sánchez, por su parte, le cortó una oreja al tercero y Pablo Aguado, otra al cuarto. Además de novillos de Fermín Bohórquez y de Hermanas Azcona, se lidiaron también novillos de Luis Algarra. Lo peor, la entrada; la plaza sólo se llenó en la mitad de su aforo.