Javier Celay ante las seis cabezas de los toros lidiados en el homenaje a Víctor Barrio.
El taxidermista Javier Celay las compró, las ha disecado y quiere destinar un porcentaje de los ingresos a la fundación que apoya al torero fallecido el pasado 9 de julio en Teruel.
El taxidermista navarro Javier Celay (Pamplona, 1985) ya tiene preparado su particular tributo a Víctor Barrio, el torero que murió el 9 de julio del año pasado tras ser corneado en Teruel: ha disecado las cabezas de los seis toros que se lidiaron en la corrida con la que seis figuras del mundo del toro homenajearon en Valladolid al diestro fallecido y ayudaron económicamente a la fundación que le apoya. Celay ha puesto a la venta esas cabezas con la idea de destinar un porcentaje todavía no fijado del dinero a ayudar a esa fundación.
Las cabezas cuestan 1.500 euros, pero salen más baratas si se adquieren más de una: 2.900 por dos, 4.300 por tres y 8.500 la corrida completa. Además, se están preparando para el verano dos exposiciones con las cabezas, una en Valladolid y otra en Sepúlveda (Segovia), la localidad donde vivía el torero fallecido.
La corrida homenaje a Víctor Barrio surgió después de que en las redes sociales aparecieran mensajes que manifestaban alegría por la muerte en Teruel del diestro de Sepúlveda. Promovido por José Tomás, se organizó en Valladolid un festejo con seis figuras de toreo y seis toros de ganaderías diferentes. Fueron Juan José Padilla, Morante
de la Puebla, El Juli, José María Manzanares, José Tomás y Alejandro Talavante con toros de Zalduendo, Victoriano del Río, Núñez del Cuvillo, Juan Pedro Domecq y Domingo Hernández. Se celebró el 4 de septiembre, con un lleno absoluto y un gran éxito artístico: cinco de los seis toreros cortaron orejas y Talavante incluso logró el rabo de un toro de Núñez del Cuvillo. Se recaudaron 390.000 euros que recibió la Fundación
Toro de Lidia con la intención de hacer una escultura que recuerde a Víctor Barrio y para llevar a cabo iniciativas en favor del mundo de los toros.
En cuanto salió la noticia del homenaje, Javier Celay se puso en marcha. “Es una forma de mantener vivo a Víctor Barrio, aquello que no se olvida nunca muere”, señala el taxidermista. Al día siguiente de la corrida acudió al matadero de Valladolid, provincia en la que residió varios años, y retiró las cabezas para trabajar con ellas en su taller de Iracheta, en la Valdorba. “He mantenido el secreto hasta finales de año, ya que no quería dar a conocerlo hasta no tener las 6 cabezas trabajadas”.
Celay ya ha hecho pública la iniciativa en las redes sociales y ha recibido algunas llamadas interesándose por las cabezas, que el taxidermista navarro talla a mano desde cero de modo que se tratan de obras escultóricas únicas e iguales a como fueron en vida”.
Un toro de San Fermín
La tarde del 9 de julio, el cartel de la plaza de toros de Teruel lo completaban Morenito de Aranda y Curro Díaz. Este último toreó el día 10 en la plaza de Pamplona frente a los debutantes Pedraza de Yeltes. Tras el trago vivido en Teruel, abrió plaza frente a Joya, un toro de gran tamaño que también fue adquirido y ha sido disecado por Javier Celay.
Información de J.R.S. publicada en Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX