UN GRAN TORO PORTUGUÉS DE SOBRAL LEVANTA LA FERIA DE SANGÜESA

Javier Herrero ejecuta la media ante ‘Complejo’, un bravo toro premiado con la vuelta al ruedo. Fotografía: Sagüés.

El diestro segoviano Javier Herrero consiguió las dos orejas de ‘Complejo’, premiado con la vuelta al ruedo, y salió a hombros en solitario.

Ganado: Seis toros de Sobral, correctos de presentación, desiguales, de llamativas capas, nobles y descastados, salvo el bravo cuarto, llamado Complejo, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Toreros: Javier Herrero (silencio y dos orejas), Joaquín Galdós (oreja y palmas tras aviso) y Jorge Isiegas (silencio y silencio tras aviso).

Presidencia: A cargo de Jesús Calvo, asesorado por Patxi Garbayo y por el veterinario Pedro Oteiza, estuvo atenta y decidió con criterio.

Incidencias: Algo más de dos tercios de plaza. Tarde de cielo encapotado. Muy buen ambiente en todos los tendidos. Isiegas, torero de la empresa, sustituyó a Arturo Saldívar, que presentó parte de baja. Herreros salió a hombros.

A los tres primeros les faltó gas. Hubo que esperar a la salida del cuarto para que la tarde cambiara. El colorado astado portugués fue  mal lidiado.  y puesto en suerte ante el caballo, rompió a bravo. El de Sobral embistió al caballo de picar, lo alzó y lo derribó. Consiguieron los monosabios levantar al caballo con una habilidosa voltereta y el picador, ya en su sitio, le pegó un segundo puyazo de respeto. Con encastada movilidad, llegó al último tercio. El torero de Cuéllar no tuvo tiempo ni de calibrar congojas. El torazo, brocho de cuerna, no dio opción más que a huir o a vaciarse con todo. Herrero aceptó el reto y, con más poder del que se auguraba, plantó cara con valor y, por momentos, notable capacidad.

Porfió para encontrarle la altura y las distancias, mostró en todo momento las cualidades del cuatreño y nunca hizo nada por taparlas. Al final, no hubo vencidos, sólo vencedores; eso sí, gracias al generoso criterio taurino de los sangüesinos: Herrero mató con brevedad y cortó las dos orejas y, al finalizar el festejo, salió por la puerta grande; y Complejo fue premiado con la vuelta al ruedo. Herrero sólo había cumplido ante el más terciado, pero bellísimo sardo corrido en primer lugar.

Derechazo de Joaquín Galdós al segundo de la tarde, ‘Cebadito’. Fotografía: Sagüés.

Galdós, por su parte, se templó con sus dos toros, con su primero, que tenía cierta clase pero que perdía mucho las manos; y con el quinto, que le exigió toda la pericia técnica posible para evitar las querencias hacia chiqueros del animal. Cortó una oreja por emplearse sin acople ante el chico segundo. Y perdió un órdago con el gran y bravucón quinto.

A Isiegas, por último, su primero no le ayudó demasiado a templar las embestidas mientras que el sexto lo hizo con más clase. Pero, como en su anterior comparecencia en Sangüesa, el maño mostró tener un problema no resuelto con el manejo de la espada. Mató mal al manejable tercero. Y no tuvo opciones ante el manso sexto.

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