UN BUEN PLANTEAMIENTO TAURINO. ARTÍCULO DE OPINIÓN

La plaza de Tudela acogerá este año cinco festejos taurinos seguidos.

El Ayuntamiento de Tudela y la empresa que rige la plaza de toros, Torosanda, han hecho público al alimón el diseño de la próxima Feria de Santa Ana.

Y, esta vez, sólo cabe darles la enhorabuena. Al consistorio, por seguir apostando por el tema taurino como base las fiestas, idea acertada por ser el único que va a reportar, como en la mayoría de las localidades, ingresos por turismo, por aficionados y no tanto que se van a desplazar a Tudela para ver alguno o varios de sus festejos taurinos, incluso de sus encierros, y, por tanto, van a almorzar allí, o a comer, o a cenar, aperitivos y copitas incluidas. Ni los fuegos artificiales ni las orquestas van a originar este tipo de ingresos. Y a Torosanda, por el esfuerzo que está realizando para recuperar un ciclo taurino que debería ser el segundo de Navarra en importancia. Al parecer, Millares y su equipo están trabajando en este sentido; el empresario no ha tomado la Chata de Griseras como una plaza más –coge el dinero, si lo hay, y corre- si no que se está implicando, con su presencia en la ciudad, con la aportación no obligada de algún festejo, como el de rejones –fuera de pliego-, con el querer hacer las cosas taurinas bien.

El resultado, ahí está. Cinco días con festejos taurinos vespertinos y con sus correspondientes encierros matinales, como manda la tradición en Navarra. Cinco días, y esto es muy importante, consecutivos, de toros. De tal modo que no haya parones o días muertos, que los tudelanos cojan la costumbre de ir  en fiestas a la plaza de toros todos los días. ¿En qué quedan las tardes festivas de cualquier ciudad sin toros? En nada o muy poco.

Este diseño de la feria habría quedado redondo con el anuncio de, por ejemplo, una novillada sin picar para el día 30. Cuatro erales para el cirbonero Javier Marín –nuestra más joven apuesta de torero- y otro, en un bonito mano a mano. Cuatro erales que podrían haber protagonizado un encierro matinal pero exclusivo para chavales de entre 14 y 16 años. ¡Al cuerno con tanta prohibición reglamentaria! ¡Pues no saben nada en estos tiempos a esas edades!

En fin, olvidémonos de mentecatos reglamentaristas y regresemos a Tudela, donde van a disfrutar, pese a los tiempos que corren, de unas grandes fiestas, con marcado sabor taurino, como debe ser, como siempre ha sido en esta noble tierra llamada Navarra. Por todo ello, lo dicho, mi sincera enhorabuena.

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