UN BUEN ENCIERRO DE SOBRAL DEJA EN EVIDENCIA EN TAFALLA A LA TERNA

Natural de Serna al segundo, que, como se puede apreciar, embistió haciendo el avión.

El palco regaló la segunda oreja del estupendo quinto a Rafael Serna, con la que pudo salir a hombros. Reportaje fotográfico.

Ganado: Seis toros de Sobral, bien presentados, astifinos, de bonita lámina y de capas muy variadas, que cumplieron en varas y de buen juego en conjunto, con fuerza, nobles, con clase y transmisión, salvo el tercero, muy parado. Primero, segundo, cuarto y quinto fueron ovacionados en el arrastre.

Toreros: Oliva Soto (silencio tras aviso y saludos por su cuenta), Rafael Serna (silencio y dos orejas) y Javier Orozco (silencio y silencio tras aviso).

Presidencia: A cargo de Ignacio Rey, asesorado por Andrés Baztán y el veterinario Alberto Asiain, mal por regalar una puerta grande a Serna y negar la vuelta al ruedo al quinto; por lo demás, correcta.

Incidencias: Media plaza. Tarde agradable con molestas rachas de viento. Tercera de feria. Curro Javier saludó montera en mano tras banderillear al segundo. Serna salió a hombros. Finalizado el festejo, los ganaderos, Manuel y José Antonio Sobral, salieron a saludar, orgullosos del encierro lidiado.

Sin duda alguna, fue la mejor corrida de la feria tafallesa. Mejor dicho, la única buena. Muy bien presentada, astifina, preciosa por su variedad de capas. Respecto al juego, los toros tuvieron fuerza y cumplieron en varas; en la muleta, el encierro fue un dechado de nobleza, clase y casta, de la buena, de la que provoca transmisión. Toros de triunfo grande, que sin embargo… Ante este panorama, la mano de obra decepcionó sin paliativos. Los tres matadores de toros, todos andaluces de arte, no estuvieron a la altura del ganado y dejaron escapar una gran oportunidad de triunfo grande. Sí, los tres, pues esa puerta grande fue ficticia, producto de un caprichoso palco. Que nadie se engañe, incluido ese triunfador.

Abrió plaza un castaño claro llamado Cotorrito, que lució una estampa para enmarcar. Fue de menos a más y tuvo un importante pitón izquierdo. A Oliva Soto le costó acertar con las distancias y no se decidió a cruzarse. Mató de dos pinchazos, estocada y dos descabellos. Silencio para el sevillano y ovación para el toro.

Frente al cuarto, se repitió la historia. El de Camas estuvo por debajo de otro buen toro, el sardo claro Traquino, otro ejemplar de triunfo, noble y encastado. Oliva toreó despegado y nunca llegó a confiarse con él. Terminó con un pinchazo y un bajonazo. No conforme con su mala actuación, tuvo el mal gesto de saludar por su cuenta, sin que nadie se lo hubiese pedido. Gran ovación para el toro.

Serna, por su parte y pese a ese triunfo, tampoco convenció. El segundo, el castaño Recluido, fue otro buen toro, que mostró su bravura en varas. Tras los buenos pares de Curro Javier, el diestro realizó una faena digna, en la que destacaron dos buenas tandas de naturales. Se adornó por el pitón derecho y entró a matar. Pero perdió un trofeo por pinchar. El toro fue ovacionado.

El quinto, el sardo Romero, recibió una buena lidia. Bien picado, bregó de lujo Curro Javier –el mejor de la tarde- y se lo dejó ver así al sevillano. Éste realizó una faena que no pasó de pulcra, siempre por debajo de la calidad del toro. A base de porfiar, consiguió sacar alguna tanda decorosa. Mató de estocada y el palco le regaló la segunda oreja. Ese mismo palco no cedió ante la petición de vuelta al ruedo para el toro.

En defensa de Javier Orozco, es preciso indicar que pechó con el peor lote de la tarde. Su primero, el sardo lidiado en tercer lugar, no dio opción alguna porque fue un toro muy parado; posiblemente, acusó una cornada en los cuartos traseros. El jerezano terminó con un pinchazo y media en buen sitio. Silencio del respetable.

El sexto y último, un melocotón llamado Traspiés, cinqueño como todos (sólo el segundo fue cuatreño), fue un toro noble y colaborador. Al diestro gaditano se le vio sin ideas. Pegó y pegó pases sin decir nada y sin terminar de confiarse además. Mató mal, sonó un aviso y el público sólo pudo guardar silencio.

This entry was posted in Actualidad and tagged , , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.