Derechazo del francés Kike al quinto novillo navarro, premiado con la vuelta al ruedo.
En la plaza de Le Houga, cuatro de sus novillos fueron ovacionados en el arrastre y otro premiado con la vuelta al ruedo.
El ganadero navarro José Ángel Santafé Martón no pudo cerrar de mejor manera su temporada. El pasado domingo, en la plaza francesa de Le Houga, que se llenó en dos tercios de su aforo, cuatro de sus novillos fueron ovacionados en el arrastre y otro, el quinto, fue premiado con la póstuma vuelta al ruedo, por lo que el criador de bravo fue sacado en hombros al finalizar el festejo.
En el citado escenario, en el departamento de Gers, el madrileño Víctor Álvarez y los franceses Kike y Clementito se las vieron con los seis erales navarros de Villafranca. Pudieron cortar muchas orejas por la calidad de la materia prima pero los fallos con los aceros redujeron los trofeos únicamente a dos.
Salvo el primero, el negro Riojano, que se dañó a la salida de una media verónica, los demás ofrecieron sensacional juego. Bien presentados todos, resultaron encastados en la muleta, con fuerza, nobleza y motor, con mucha transmisión gracias a su humillada embestida y a su generoso recorrido. Así se desenvolvieron, por orden, el burraco Buenorro, los negros Cartujano y Tonadillero, el castaño Cancionero –sensacional por completo- y el ensabanado Cálido que cerró plaza, con mucha clase y en una línea exigente.
Tales estupendas condiciones propiciaron que los tres novilleros, muy jóvenes y con limitado rodaje todavía, estuvieran por debajo de los novillos y que se vieran desbordados en más de una ocasión. Además, anduvieron desacertados a la hora de matar, lo que impidió que el festejo fuese más triunfal. Álvarez, que fue quien mejor imagen causó, paseó una oreja del cuarto, y el jovencísimo Clementito, otra del sexto. Curiosamente, el bravo quinto, el premiado con la póstuma vuelta, fue arrastrado con sus dos orejas, aunque Kike, tras matarlo, dio también la vuelta al ruedo.
Tras el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento el mes pasado de Marcelo Santafé, padre del ganadero. Concluida la novillada, el empresario de la plaza, Michel Manciet, le entregó un trofeo en reconocimiento a su magnífica novillada y le aseguró que volvería a lidiar el año que viene en la taurina Le Houga.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX