El Fandi y Toñete han salido a hombros junto al mayoral de Román Sorando.
Ha conseguido una oreja de cada uno de su lote, de un muy buen encierro de Román Sorando. Galería fotográfica.
Ganado: Seis toros de Román Sorando, bien presentados y de muy buen juego en líneas generales por su raza y clase; ha destacado especialmente el primero.
Toreros: El Fandi (dos orejas y oreja), Cayetano (oreja y ovación) y Toñete (oreja en ambos).
Lugar y Fecha: Coliséum de Burgos. 2 de julio.
Incidencias: Casi lleno. Cuarta de la Feria de San Pedro y San Pablo. Han salido a hombros El Fandi, Toñete, que ha hecho el paseíllo desmonterado, y el mayoral de la ganadería.
El triunfo ha sido así narrado en Aplausos.es: ‘Toñete brindó al público el toro de su debut en el Coliseum burgalés. Los derechazos que ejecutó en los medios hicieron sonar la música. Voluntarioso y tranquilo en el manejo de la muleta, el madrileño destacó especialmente manejando la mano diestra y también en algún cambio de mano y trincherazo con gusto. El toro contó con un buen pitón izquierdo y la faena de Toñete fue de menos a más. Epilogó con molinetes y su buen manejo del acero -la espada entró hasta las cintas- le aseguró el pasear una oreja.
Toñete brindó el sexto a los burgaleses. El animal, de buen tranco, se desplazó a pesar de sus muchos kilos. El joven espada arrancó el trasteo citando de largo al burel. El público pidió música. Con el animal menos fijo y más peligroso por el pitón izquierdo, el madrileño optó por acortar los terrenos al astado. Mató de una entera y a sus manos fue a parar otra oreja’.
Mundotoro: ‘Tuvo el tercero mucha calidad pero poca fuerza. Toñete estuvo muy centrado con él en todo momento. Le dio dos o tres lances buenos, a pesar de que el toro claudicó de salida por estar muy medido de fortaleza. Toñete lo entendió muy bien, buscándole siempre la altura correcta, en una faena de buena técnica, muy templada, en la que dibujó naturales muy buenos, aunque sin poder apretarlo nunca por abajo. Estocada baja. Oreja.
El sexto también tuvo mucha romana y aunque tuvo nobleza, le faltó raza pero se agarró muy pronto al piso. Toñete anduvo listo y valiente, al intentar torearlo despacio y con suavidad porque podía perder las manos. Además, cuando el toro echó el cierre, el torero, con inteligencia, se metió entre los pitones para robarle con la muleta retrasada muletazos en un arrimón de gran mérito. Lo mató de un estoconazo en la que fue sin duda, la estocada de la Feria. Oreja’.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX