Las lidiaron los matadores de toros Sergio Sánchez, Alberto Álvarez, Imanol Sánchez y el novillero navarro Javier Marín.
Los ganaderos navarros no han perdido el tiempo y, aprovechando el tiempo seco de comienzos de años, ya han comenzado a llevar a cabo sus respectivas tientas de reses. Es el caso del arguedano Alfredo Íñiguez, quien, aprovechó la tarde del pasado sábado para tentar siete vacas de cuatro años en la plaza de Cintruénigo, todas de procedencia Torrestrella y Juan Pedro Domecq, vía Cayetano Muñoz.
La suerte de varas corrió a cargo del picador tudelano Juan Manuel Sangüesa, que cumplió a la perfección, con profesionalidad, su labor. Todas las vacas acudieron hasta un máximo de siete veces, siempre con la boca cerrada, a su caballo, desde los medios. La sexta, por ejemplo, desde el primer puyazo se quedó en el peto y acudió al peto en seis ocasiones más, con alegre galope y con fijeza en el peto.
Auxiliados por el subalterno lodosano Venturita, los encargados de tentarlas fueron los matadores de toros Sergio Sánchez, de Cintruénigo, los aragoneses Alberto Álvarez e Imanol Sánchez, y el novillero cirbonero Javier Marín, que dio muestras de su progresión. Por su parte, el veterano Sergio Sánchez ofreció una completa lección de cómo se debe tentar. Los espadas maños fueron los más afortunados con sus lotes. A Álvarez le correspondió la mejor de la tarde en la muleta, la sexta, con la que disfrutó toreando, muy templado, en una faena de más de cien muletazos. Y lo mismo hizo Imanol Sánchez con la séptima, que tuvo asimismo mucha calidad.