El torero sevillano realizó tres paseíllos en Navarra, dos de ellos en corridas conmemorativas: la del centenario de la plaza de Pamplona, la de la Feria de Estella y la de los 175 años de la de Corella, la más antigua de la Comunidad Foral.
La temporada de 2022 se recordará como la de los cien paseíllos de Morante de la Puebla, una cifra nada habitual, y más en la trayectoria del diestro sevillano. De esas cien tardes, 24 las protagonizó en plazas de primera, 40 en cosos de segunda y 36 en ruedos de tercera categoría. Respecto a los trofeos, cortó un total de 84 orejas: 8 en plazas de primera, 32 en las de segunda y 44 en las de tercera.
Morante jamás había toreado tantos festejos en una temporada. En 2015, sumó 48 contratos (30 orejas); en 2016, 25 (16); en 2017, 23 (12); en 2018, 30 (24); en 2019, 36 (20); en 2020, 5 (4); en 2021, 49 (51) y en 2022, 100 (84).
En Navarra, tres tardes, seis orejas y un rabo
La primera tarde del sevillano en Navarra tuvo por escenario la plaza de Pamplona, el 7 de julio. Cartel de tronío para celebrar el centenario de la plaza de toros. Consiguió una oreja del segundo de su lote y, aunque realizó el mejor toreo, fue el único que abandonó la plaza a pie; Pablo Hermoso de Mendoza, El Juli y Roca Rey salieron de la plaza a hombros.
Un mes después, el 8 de agosto, sí salió a hombros en Estella. Le cortó una oreja a su primero y las dos y el rabo al segundo de su lote, ambos del hierro navarro de Hermanas Azcona. Compartió la puerta grande con los Hermoso de Mendoza, padre e hijo, en un festejo en el que el palco fue asimismo protagonista: concedió todas las orejas posibles, doce, y nada menos que dos rabos.
Su última actuación tuvo lugar el 29 de septiembre, festividad de San Miguel, en la plaza más antigua de Navarra, en la corrida que conmemoraba sus 175 años. Se le concedió una oreja del primero de su lote, algo que le supo a poco y tampoco le gustó que no le premiase con otra del cuarto, ambos de Francisco Galache. De nuevo, de sus manos brotó el mejor toreo de la tarde pero, otra vez, fue el único de la terna que salió a pie; el triunfo grande se lo llevaron Emilio de Justo y Joselito Adame.