SIETE OREJAS PARA MANZANARES, FERRERA Y CORTÉS EN EL CIERRE DE FERIA DE CINTRUÉNIGO

Antonio Ferrera a la verónica.

Los dos diestros de a pie salieron a hombros pero no Manzanares, que abandonó la plaza en el sexto para partir hacia Francia, donde hoy torea.

Ganado. Seis toros de Los Reciltales, dos de ellos despuntados para rejones, de correcta presentación y noble comportamiento. Recibieron cinco puyazos. El sexto resultó el de menos fuerzas. Los destinados a la lidia a caballo resultaron especialmente colaboradores.

Diestros.

Manuel Manzanares: oreja en ambos. Salió a hombros.

Antonio Ferrera: oreja y dos orejas. Salió a hombros.

Salvador Cortés: oreja y oreja tras aviso. Salió a hombros.

Presidencia. A cargo de Valentín Navascués, asesorado por Jesús María de Andrés y Bartolomé Cobo, generosa en la concesión de trofeos, marcó el resultado artístico del festejo.

Incidencias. Menos de media plaza. Tarde soleada y calurosa. Manzanares se ausentó en el sexto.

Los matadores que hicieron ayer el paseíllo en Cintruénigo pegaron muchos pases y se prolongaron en faenas eternas. Pero la calidad de sus actuaciones frente a los nobles toros de Los Recitales resultó un todo a cien taurino.

Puede que los pares de Antonio Ferrera no fueran los mejores de su temporada o que sus faenas a rodillazo limpio rozaran el salto de la rana. Que Cortés se las viera y deseara para conseguir algún muletazo limpio durante sus faenas. O que Manzanares, desde la peculiar distancia que da medirse frente a los de a pie, tardase en destacar en quiebros y embroques con toros de mucha cuerda.

Pero tal medianía era complementada por el ambiente amable de Cintruénigo. Y por los toros de Los Recitales, que parecieron haber merecido mejor suerte. Por el buen temple de la gente de la ribera. O por los pasodobles de la banda, que llenaron de contenido real la tarde y sacaron por la puerta grande a los toreros.

Texto: Mariano Pascal.