El caballero navarro, sobre Ícaro, puso la plaza de Medellín al rojo vivo.
Salió a hombros tras conseguir las dos orejas del tercero, del hierro de Vistahermosa, puro Santa Coloma.
Ganado: cuatro toros de Monterrey, bien presentados y de buen juego, y dos para rejones de Vistahermosa, tercero y sexto, muy buenos.
Ramsés: silencio y oreja.
David Mora: ovación en ambos.
Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas y silencio.
Lugar: plaza La Macarena de Medellín (Colombia).
Fecha: 19 de enero de 2013.
Incidencias: casi lleno. Primera de feria. El caballero navarro salió a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza volvió a ofrecer el sábado pasado dos magistrales lecciones de toreo a caballo, esta vez en la plaza La Macarena de Medellín, que casi se llenó para disfrutar con el toreo del navarro en el festejo que abrió esta feria colombiana.
Y lo cierto es que tuvo a todo a favor. El público le recibió con una cerrada ovación y después le correspondieron dos magníficos toros de Vistahermosa, puro encaste Buendía-Santa Coloma, que atesoraron mucha calidad y galoparon con magnífico tranco, lo que permitió que el temple fuese el protagonista de las dos faenas.
Tras recibir en el ruedo los trofeos al triunfador de la feria de 2012 –uno del periódico “El Colombiano”, fundado en 1968, y otro de los aficionados abonados de esta plaza-, se enfrentó a un toro que dejó ver pronto su calidad y que fue parado por Villa con su clásico toreo en redondo. En banderillas, Manolete regaló un recital de toreo de costado, casi a cámara lenta y rematando las suertes con vistosos cambios por los adentros; incluso se recreó con ajustadas piruetas. Seguidamente, llegó el osado toreo de cercanías con Viriato, que llevó los pitones del toro entre su arqueado cuerpo.
El torero estellés cerró el trasteo sobre Pirata, con el que clavó las cortas en el mismo estribo y sobre el morrillo del cuatreño, se recreó con el adorno del teléfono y mató de un rejonazo efectivo pero algo trasero, lo que impidió que el navarro cobrase el rabo del astado.
Frente al sexto, un magnífico cárdeno, de bonitas hechuras y gran temple, Hermoso de Mendoza realizó la mejor faena de su gira colombiana, un trasteo a más, iniciado sobre Churumay, de mucha calidad y gran transmisión, que puso los tendidos al rojo vivo. Sobre todo en banderillas, primero con Disparate, un caballo que todavía no ha cumplido cinco años y que bordó el toreo de costado y sorprendió con su primera pirueta; después, con Ícaro, que se enroscó con el toro y así dio varias vueltas, lo que enloqueció al público, tanto que el jinete le dejó irse suelto al patio de caballos entre una inolvidable ovación.
Pero el toro, tras recibir la primera corta, dio un mal paso, se lastimó una mano y dejó de embestir. El torero, muy contrariado, se vio obligado a abreviar, entre opiniones divididas: una parte del público pedía el indulto y otra que acabase con el astado. El navarro optó por esta segunda opción pero no anduvo certero con la hoja de peral y quedó diluida de este modo la mejor faena que ha realizado, por ahora, en América.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX