Pirata se dejó llegar mucho a los toros.
Roberto Armendáriz protagonizó una notable actuación pero falló a la hora de matar, por lo que sólo cortó una oreja.
Lugar: plaza de toros de Zamora.
Ganado: seis toros de La Castileja, manejables en general.
Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas y dos orejas con petición de rabo.
Joao Moura hijo: oreja y ovación.
Roberto Armendáriz: ovación y oreja.
Incidencias: casi lleno. El rejoneador estellés salió a hombros.
Como sucederá el próximo día 6 en Pamplona, Pablo Hermoso de Mendoza y Roberto Armendáriz compartieron cartel ayer en la plaza de Zamora, aunque con distinta suerte.
El maestro estellés rubricó una tarde triunfal. Ante el que abrió plaza, deleitó en banderillas con Ícaro y Chenel. Con la plaza entregada y a gritos de “¡torero, torero!”, dejó tres cortas sin respiro a lomos de Pirata, dejándose llegar mucho al toro. Con unos tendidos entregados y pese a un pinchazo previo al rejonazo letal, consiguió pasear las dos orejas del toro.
Frente al cuarto, dejó otra faena para el recuerdo. Pares espectaculares al quiebro, piruetas en la misma cara de toro… y para concluir la faena, un extraordinario par de banderillas cortas a dos manos sobre Pirata. Mató de un rejonazo y el público pidió insistentemente el rabo, durante más de tres minutos, pero el palco no cedió y el veterano navarro se tuvo que conformar con otras dos orejas.
Por su parte, Armendáriz, ante el tercero, tuvo una actuación notable. Los mejores momentos de su faena los consiguió con Ranchero, que conectó mucho con los tendidos pero falló con la hoja de peral y se tuvo que conformar con una ovación.
Con el sexto, el caballero de Noain protagonizó un vibrante tercio de banderillas, con Zamorino y Prometido. Cerró su trasteo con Polvorilla, caballo con el que encandiló al público; pero mató de pinchazo, rejonazo y certero descabello, por lo que el premio se redujo a una oreja.
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Festejos taurinos Pamplona, S. XIX