Francisco Marco, perfilado para matar al peligroso cárdeno que le cayó en suerte en la Monumental de México. Fotografía: Tadeo Alcina.
Estuvo muy por encima del peor toro del encierro de Guadiana pero falló reiteradamente con los aceros y recibió los tres avisos.
Ganado: Seis toros de Guadiana, bien presentados, muy serios y de juego desigual; destacaron el cuarto, que tuvo mucha calidad, y el sexto, que la atesoró asimismo; el peor, el segundo, muy peligroso, y complicado el resto.
Toreros: Francisco Marco (pitos tras tres avisos), Antonio Romero (palmas), Alejandro Martínez Vértiz (pitos tras aviso), Oliver Godoy (palmas), Juan Antonio Adame (silencio tras dos avisos) y Lupita López (vuelta tras petición de oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros Monumental de México. 3 de diciembre.
Incidencias: Segundo festejo de los Jueves Taurinos de la Temporada Grande. Menos de mil personas en noche fría y lluviosa. Romero y Godoy confirmaron la alternativa. Adame fue volteado al hacerle el quite a cuerpo limpio a Lupita en el sexto. Destacaron en varas César Morales y Gabriel Meléndez.
El matador de toros navarro Francisco Marco vivió el jueves pasado en la Monumental de México uno de los festejos más tristes de su profesión, ya que no acertó con los aceros y acabó recibiendo los tres avisos. Fue una corrida de seis matadores para seis toros; es decir, cada espada se la jugaba a cara o cruz y, en el caso del torero estellés, salió cruz.
El festejo se englobaba dentro de los Jueves Taurinos, un ciclo a beneficio de la Unión Mexicana de Toreros, que preside el diestro Miguel Ortas “Miguelete”. Enchiquerados esperaban seis toros de Guadiana, un encierro de 517 kilos de peso medio, con divisa verde, blanco y rosa, de encaste Santa Coloma y procedente del rancho La Cardona, cuyo propietario es Armando Guadiana Tijerina, vecino del municipio de Mazapil, estado de Zacatecas.
En una noche completa desangelada, por el frío, la lluvia y la escasa asistencia de público, Marco, vestido de azul purísima y oro, recibió con gusto a la verónica al que abrió plaza. Después llegó la ceremonia de alternativa de Romero y el navarro, como padrino, le cedió los trastos de matar.
Buen ayudado de Marco el jueves pasado en la Monumental de México.
Alrededor de un cuarto de hora después, salió el segundo, un cárdeno de 544 kilos –el más pesado del encierro, marcado con el número 6 y llamado Arbitrario, al que los medios informativos mexicanos coincidieron en calificarlo como el toro más complicado del festejo. Pese a ello, el diestro navarro tuvo una digna actuación, estuvo muy por encima de él e incluso le robó alguna serie de mérito, como una de ayudados.
El portal Altoromexico.com resumió así su actuación: “Se enfrentó a un astado que desarrolló genio, de tal suerte que llegó a la muleta defendiéndose y con peligro. El navarro intentó solventar la situación con base en oficio y resolvió la papeleta con decoro, pero anduvo fatal a espadas -e incluso el toro no dobló con una entera que consiguió- y terminó por escuchar los tres avisos”.
El mal toro no fue devuelto al corral. Después de sonar el tercer recado, el cárdeno dobló y tuvo que ser apuntillado en el ruedo. Como se ha podido apreciar, fue una noche para el olvido.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX