Un jabonero poner en serios apuros a un mozo. Fotografía: Galdona.
Los novillos vazqueños completaron el recorrido en algo más de cinco minutos.
El encierro de ayer de Peralta, que duró poco más de cinco minutos, estuvo mandado por el único novillo negro de la manada llevada a la localidad por la ganadería de Tomás Prieto de la Cal. Desde la salida de la calle Mayor hasta la entrada a la calle Irurzun, los tres animales jaboneros corrieron en paralelo, llevándose a los corredores hacia adelante, ya que ocupaban toda la anchura del recorrido. Al llegar a la curva de entrada a la plaza, dos de los astados chocaron contra la puerta de cierre, poniendo en apuros a más de un corredor; mientras que el novillo que corría por la izquierda pasó rozando a un hombre, que tuvo que tirarse al suelo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX