Los mulilleros de Sangüesa posaron en la plaza de tientas de Victorino Martín junto al propio ganadero y Emilio de Justo, ambos en el centro de la imagen.
Concretamente, recorrieron las fincas de Pablo Mayoral, Victorino Martín, Adolfo Martín y López Gibaja. Reportaje fotográfico.
Como ya viene siendo costumbre, los mulilleros de Sangüesa realizaron recientemente su viaje campero anual y en esta ocasión –décimo séptima edición-, se trasladaron hasta la localidad cacereña de Trujillo, donde instalaron su cuartel general de cara a las siguientes jornadas. Los siguientes días los aprovecharon para visitar las ganaderías de Pablo Mayoral, Victorino Martín, Adolfo Martín y López Gibaja.
Los aficionados sangüesinos, treinta nada menos, llegaron el 12 abril a Trujillo, cuna del conquistador Francisco Pizarro. Tras alojarse en un céntrico hotel, aprovecharon las horas que quedaban para conocer la citada ciudad, su castillo medieval y recorrer sus históricas calles.
Al día siguiente, afrontaron su primera parada ganadera. Fue en Serrejón, en la finca Moheda de Alcorconal, donde se crían las reses bravas de Pablo Mayoral, hierro de procedencia Santa Coloma. En ella disfrutaron del buen tiempo, de un buen ambiente y de un magnífico trato de la familia Mayoral. La ganadera, Mara Mayoral, fue agasajada con una figura de San Fermín, obsequio que recogió entre lágrimas, completamente emocionada.
Los navarros pudieron contemplar las amplias y funcionales instalaciones, situadas junto al espectacular Parque Nacional de Monfragüe, y los diversos cercados con toros y lotes de vacas.
El viaje campero prosiguió el 14 de abril. Los mulilleros se desplazaron hasta la finca cacereña Las Tiesas de Santa María, donde se cría el ganado de bravo de Victorino Martín. En un remolque recorrieron los diversos cercados y pudieran contemplar los toros, los famoso victorinos. Además, fueron testigos de un tentadero a cargo de Emilio de Justo, que probó la bravura de dos eralas, extraordinaria la primera, tanto que el propio ganadero salió a torearla.
La tercera jornada tuvo por destino asimismo tierras cacereñas y una ganadería de procedencia Marqués de Albaserrada. De nuevo, toros y toros cárdenos, pero esta vez marcados con el hierro de Adolfo Martín. Los sangüesinos disfrutaron recorriendo la finca Los Alijares, propiedad de un ganadero muy querido entre los aficionados. Además, conocieron a Mario, el nuevo mayoral.
Los mulilleros de Sangüesa emprendieron el viaje de regreso el 16 de abril, aunque aprovecharon la situación para conocer en la localidad cacereña de Oliva de Plasencia la finca Los Baldíos, dehesa del ganado bravo marcado con el hierro de López Gibaja. Después, al autobús y regreso a Sangüesa, con la mente puesta ya en el viaje del año que viene, que será a la histórica Talavera de la Reina. Ya falta menos…
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX