LOS ERALES DE GANADERÍA DE PINCHA FIRMAN UN ENCIERRO VIBRANTE Y LIMPIO

La imagen muestra escenas de peligro que provocaron los novillos de Ganadería de Pincha. Fotografía: Leticia Chanavat.

La imagen muestra escenas de peligro que provocaron los novillos de Ganadería de Pincha. Fotografía: Leticia Chanavat.

Las escenas de peligro se sucedieron en San Adrián, en una carrera que se alargó durante siete minutos.

El día grande de las fiestas de San Adrián, en honor a las Santas Reliquias, comenzó a las nueve de la mañana con el primer encierro protagonizado por las reses marcadas con el hierro de Ganadería de Pincha, del lodosano José Antonio Baigorri. Una cita que suscitó una gran expectación entre los corredores, muchos de ellos llegados de otros puntos de Navarra y que habían corrido una hora antes en Tudela. Los erales del navarro no defraudaron y protagonizaron una carrera emocionante y peligrosa, con mucho picante, una característica habitual con la ganadería lodosana.

Los astados hicieron todo el recorrido bastante distanciados unos de otros, llegando a resbalar dos de ellos antes de llegar a la última curva situada en la Carretera de Estella. El último de los cuatro novillos se quedó solo desde el principio del encierro. Se entretuvo en los primeros metros, buscando una salida alternativa por las calles adyacentes.

Permaneció varios minutos en el tramo de la calle Mayor hasta que uno de los cabestros volvió junto con los pastores de la plaza de toros y junto con los de escoba consiguieron que el eral negro completase la carrera a toda velocidad.

La duración total del encierro fue de 7 minutos. Pese a los momentos de peligro y emoción que crearon las reses, no se registró ningún herido.

Crónica de Mari Paz Gener y Leticia Chanavat para Diario de Navarra.

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