La manada de Prieto de la Cal en la última curva del recorrido. Fotografía: Alberto Galdona.
Los utreros de Prieto de la Cal, muy veloces, buscaron en todo momento a los corredores.
Tal y como se esperaba, haciendo honor a su fama, los utreros de Prieto de la Cal protagonizaron ayer un encierro a gran velocidad y muy peligroso, porque buscaron a los corredores en todo momento y barrieron el vallado. De hecho, nada más pasar el ayuntamiento, el corredor de Olite, M.R.R., de 23 años y delantero del Azkoyen, sufrió un puntazo en la pierna izquierda. El herido fue trasladado al Hospital de Navarra tras acudir hasta la ambulancia andando por sí mismo y con un torniquete. Poco más adelante, un joven de 30 años también fue atendido por contusiones en la cadera y erosiones múltiples.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX