LOS ENCIERROS DE MAÑANA Y TARDE DE SAN ADRIÁN ARROJAN DOS HERIDOS

A.E.B., el corredor madrileño herido por la mañana (en el suelo, en la parte derecha de la foto), cayó en la calle Delicias, empujado por el asta del novillo.  Fotografía: Leticia Chanavat.

A.E.B., el corredor madrileño herido por la mañana (en el suelo, en la parte derecha de la foto), cayó en la calle Delicias, empujado por el asta del novillo. Fotografía: Leticia Chanavat.

Un corredor de Getafe, de 43 años, sufrió un varetazo, propinado por uno de los erales de Ganadería de Pincha.

Los novillos de Ganadería de Pincha, propiedad del lodosano José Antonio Baigorri, protagonizaron por la mañana uno de los encierros más vistosos y rápidos de lo que va de fiestas. Los erales, bien plantados, corrieron hermanados casi todo el trayecto, lo que no impidió que fuesen buscando a los mozos a ambos lados de la calle. Al final de la carretera de Estella dejaron su impronta ante numerosos mozos, que, como en días anteriores, venían de participar en el encierro de Tudela.

Las reses llegaron a abrirse, ocupando el ancho de la calzada. Ya en la calle Delicias, uno de los erales alcanzó a un mozo de Getafe (Madrid) A.E.B. de 43 años, golpeándole con el asta en el muslo izquierdo. Como consecuencia del varetazo, el corredor cayó al suelo, sufriendo varias contusiones en el brazo izquierdo y en varias partes del cuerpo.

Hasta el lugar en el que se produjo el golpe se desplazó una ambulancia, que atendió al mozo, que salió por su propio pie y no requirió ser trasladado al centro de salud.

Por la tarde, en el encierro de reses bravas, los servicios sanitarios atendieron a un vecino de San Adrián, A.M.S.M de 55 años que fue alcanzado por uno de los astados en la calle Mayor, en el portal de su casa. El corredor sufrió numerosas contusiones en pecho y espalda, pero no fue herido por asta y, como en el caso de la mañana, tras recibir las curas no requirió traslado al centro de salud.

Primeras atenciones

Con los dos heridos leves de ayer, son tres mozos que han tenido que ser atendidos por contusiones y laceraciones por el equipo de Ambulancias del Olmo. La primera atención tuvo lugar durante el encierro de reses bravas del día 25, cuando un vecino de Azagra de 67 años requirió puntos de sutura en la ceja y en una pierna.

La empresa sanitaria, creada en 1989 en Azagra y dirigida por Ángel Julián Martínez , atiende los encierros, de novillos y de reses bravas, las novilladas sin picador y está presente durante la celebración de fuegos artificiales. Cuenta con dos médicos, dos enfermeras y cuatro técnicos.

Información de Mari Paz Gener para Diario de Navarra.

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