LECCIÓN TORERA DE GÓMEZ DEL PILAR EN EL ONTANAL DE LODOSA

Natural de Gómez del Pilar.

El matador de toros madrileño tentó dos becerras de El Tolco junto a los novilleros Víctor Cerrato y Francisco Expósito. Reportaje fotográfico.

El invierno va avanzando y los tentaderos del ganadero José Antonio Baigorri, también y llegarán pronto a su fin. El sábado pasado se probó la bravura de cinco eralas de El Tolco, en un tentadero muy interesante que dejó satisfecho al citado criador de bravo. El diestro Gómez del Pilar regaló una lección de torería, de dominio, de poder. Le acompañaron en la tienta los novilleros Víctor Cerrato y Francisco Expósito, que, con sus respectivos estilos, mostraron asimismo buenas maneras.

En esta ocasión, causaron baja los picadores Jorge Martínez ‘Ramitos’ y Juan Manuel Sangüesa, por lo que la suerte de varas corrió a cargo de Pepe Aguado, varilarguero de la cuadrilla del matador de toros madrileño.

A Gómez del Pilar le correspondió una vaca que fue todo nobleza. Y la toreó a placer, por ambos pitones, con más profundidad por el izquierdo. La otra erala que le correspondió fue todo lo contrario, difícil, muy complicada. Sin embargo, el madrileño, con gran torería, fue tocando teclas, limando defectos de la erala y acabó metiéndola en su muleta, en una gran demostración de poderío y mando.

Del Pilar se sintió tan a gusto en el tentadero que pidió permiso para picar la quinta y última vaca. Baigorri lo concedió y el matador de toros picó a la erala con muy buen estilo.

Por su parte, el novillero gaditano Víctor Cerrato, hijo del matador Javier Cerrato, se las vio con dos vacas de parecida condición, dos eralas que, sin mucha clase, se dejaron hacer. Alumno de la escuela taurina de La Línea de la Concepción, ejecutó dos buenos trasteos y, sobre todo, dio muestra de querer ser algo en este difícil mundo del toreo.

El pamplonés Expósito toreó en tercer lugar. Se las vio con una vaca colorada, criada a biberón, que le sirvió, porque se dejó torear, eso sí, en su querencia. Tras tres o cuatro puyazos, le hizo la faena al hilo de las tablas, por ambos pitones, en un trasteo largo, pues otro factor positivo de la becerra fue su durabilidad. Al pamplonés se le notó, a su favor, el rodaje de los anteriores tentaderos en los que ha intervenido. Buena señal para su buen toreo, cargado de un estilo personal del que puede presumir.