La carrera ha durado más de media hora y se ha saldado con nueve heridos leves. Fotografías: Aizpurua y Buxens.
31 minutos y nueve heridos, ocho por erosiones y uno por esguince de tobillo. Estas cifras recogen la alta tensión que se vivió en el segundo encierro del Pilón en Falces. Las vacas de la ganadería Teodoro Vergara protagonizaron esta carrera, convirtiendo la mañana en un sube y baja de adrenalina. Y es que las vacas no querían comenzar la carrera. Regresaron al corral en cuatro ocasiones y fue al quinto intento cuando las vacas, por fin, se decidieron a completar el recorrido, salvo una de ellas que, tras generar peligro en el monte, fue devuelta al corral de arriba.
La de este lunes no fue una carrera rápida y limpia. Dos de las reses se quedaron rezagadas en la cuesta durante más de cinco minutos y los mozos sintieron incertidumbre antes y durante la carrera. “Estábamos todos los corredores sin saber si las vacas iban a bajar o no”, explicó el pamplonés, Javier Inchusta Pérez de Zabalza, que vivió una mañana llena de miedo: “Esta carrera del Pilón es en la que más miedo he sentido”, añadió.
Una de las reses se detuvo en la cima de la cuesta y subió por el monte, en donde una decena de espectadores salieron corriendo. Y creó mucho peligro llegando a voltear a uno de los asistentes, que se salvó de la cornada. “Ha ido muy mal porque una de las vacas se subió al monte y le ha dado a un amigo mío”, comentó el mozo pamplonés Javier Inchusta.
El segundo momento de mayor tensión se vivió segundos después con la otra vaca que se quedó rezagada en el medio de la cuesta. Los minutos se hicieron eternos. Se escuchaban los gritos de miedo de los espectadores cada vez que la vaca negra se acercaba al vallado y especialmente cuando se arrimaba al lado derecho del trayecto, en el que no hay vallado.
La vaca no siguió al manso y subió a la ladera generando un instante de alta tensión. Fue luego de varios minutos cuando por fin siguió el capote hasta llegar al corral de abajo. Mientras tanto, su compañera siguió generando peligro por el monte y, finalmente, se decidió encerrarla en el corral de arriba.
“Por el trajín de subir y bajar de las vacas se estaba enganchando todo el mundo en donde podía”, compartió la responsable de DYA, Adriana Autor Eguizabal.
Los jóvenes de 18 y 19 años, Martín Davins Raqués y Arnau Sule Arevalo, llegaron desde Barcelona para participar por tercer año consecutivo en los encierros de Falces. “Es diferente por la emoción, los nervios y el terreno”, dijo Martín Davins. Su amigo describió el tramo como “único”. “Espero que sea como el encierro de ayer”, añadió esperanzado minutos antes del cohete. Sin embargo, no fue como el encierro del domingo. Este duró apenas 56 segundos y dejó cinco atenciones leves.
Lo que sí logró el encierro fue ser “único” porque los 31 minutos de carrera en Falces han hecho historia. La carrera culminó a las 9.31 con los aplausos de los espectadores quienes celebraron tanto de asombro, como de alivio. Las reses de Teodoro Vergara regresarán al Pilón el domingo 18 de agosto para cerrar las fiestas. Esta ganadería falcinesa dejó el año pasado en sus dos encierros 12 heridos, un traslado y un corneado.
Información de Mariana Betancourt, publicada en diariodenavarra.es