LA AFICIÓN DE NAVARRA DISFRUTÓ EN MILAGRO CON EL TOREO DE FRANCISCO MARCO Y JAVIER ANTÓN

Francisco Marco en un momento del tentadero.

Doscientos socios de peñas y clubs taurinos vivieron en la finca El Montecillo una jornada campera.

Unos doscientos aficionados navarros, de diversas peñas y clubs taurinos, acudieron recientemente a la fiesta de la Federación Taurina de Navarra y disfrutaron en la finca El Montecillo de Milagro con el toreo de los toreros navarros Francisco Marco y Javier Antón.

Tras un almuerzo campero, el plato fuerte del día llegó con la tienta de cuatro erales de Hermanos Domínguez, de Funes, ganado de procedencia Santa Coloma, línea Saltillo, de lo que estos ganaderos compraron el año pasado al salmantino Jesús Pérez Escudero.

El primero en actuar fue Francisco Marco, que no tuvo demasiada suerte con su lote, pues resultó complicado. Pese a ello, el matador de toros estellés estuvo por encima de la materia prima y dejó clara muestra del poderío de su toreo.

Mucha más fortuna tuvo Javier Antón, que se pudo lucir ante su primero, el segundo de la mañana, un buen eral, y sobre todo con el último, un ejemplar de una calidad extraordinaria, ante el que toreó a placer, muy templado y con magnífico estilo. Fue tal la clase del eral que el novillero murchantino ofreció la muleta a Marco y éste se quitó la espina ofreciendo un recital de buen toreo.

Terminada la tienta, los aficionados disfrutaron de una comida de hermandad, una capea y unos bailables y una capea, que pusieron fin a la fiesta.

La Federación Taurina de Navarra, presidida actualmente por Juan Martín Muro, se creó hace tres años, en 2008, con el objetivo de promover, representar y defender los intereses de los aficionados antes los poderes públicos, las organizaciones profesionales taurinas y todos los demás grupos sociales relacionados con este tipo de espectáculos.

Actualmente, agrupa a casi todas las entidades taurinas de la Comunidad Foral; es decir, a asociaciones como El Encaste, la del toro ensogado de Lodosa o la de amigos de la casta navarra, a peñas taurinas, como las de Ribaforada, Murchante o Mendavia, y a los clubes taurinos de Pamplona, Tudela, Estella, Peralta, San Adrián o Buñuel; es decir, aúna los intereses de más de tres mil aficionados navarros.