Koldo Larrea posa con su nuevo libro delante de la puerta grande de la plaza de toros de Pamplona. Fotografía: Eduardo Buxens.
‘Plaza de toros de Pamplona (1922-2022). 100 años de alegría’ se titula el nuevo el libro del periodista pamplonés. Incide, más allá de debates, en que es “la plaza de la alegría”
Tendría 14 o 15 años la primera vez que entró a la plaza de Toros de Pamplona. Con los amigos. Toros no vio mucho aquella tarde. Siguieron otras. Y algunas más, hasta que un día, desde sol, presenció una faena de Julio Robles. “No entendí nada, pero me quedé impresionado de lo que había visto. ¿Qué ha hecho este hombre? pensé. Entonces empecé a leer, a recoger datos…”, explica Koldo Larrea Apezteguía, autor de Plaza de toros de Pamplona (1922-2022) 100 años de alegría.
Cuarenta años después de aquella faena de Julio Robles, el periodista pamplonés especializado en información taurina presenta libro, el octavo en su bibliografía: 574 páginas de narración histórica y de consulta en el apartado que denomina “baúl de los datos”, donde reúne cientos de fechas y nombres vinculados a la plaza. “A mi madre le sorprendía mi afición taurina. La única en casa era la abuela Atanasia Cía, que veía las corridas por televisión”. Entre los Larrea Apezteguía no ha habido más querencia taurina.
Presentó el viernes el libro en el Casino Eslava. Con él, Juan José Martinena, autor del prólogo y el alcalde de Pamplona, Enrique Maya. Ofreció pinceladas de una obra que le ha llevado un año intenso de trabajo, aunque parte lo tenía ya ejecutado en Historia Taurina de Pamplona, publicado hace veinte años. El actual se divide en dos partes. La primera es una narración por décadas y en ellas, un resumen de cada feria; la segunda es de consulta, con una relación de todos los encierros, desde el 7 de julio de 1922: 685 y los quince fallecidos, cinco de ellos en la misma plaza. “Respecto a los toreros, a los hombres que se visten de luces, el capote de San Fermín ha funcionado a la perfección, ya que no se ha registrado ninguna muerte. En lo referente a los encierros, buena culpa de ello la tienen esos delegados del santo llamados dobladores, quienes en muchísimas ocasiones han impedido percances de consecuencias imprevisibles”, apunta Larrea.
“Ahora bien, en la plaza de toros sí se han registrado muchas cornadas de matadores de toros y banderilleros. Las tres más graves, el 8 de julio de 1922 a Pelucho, banderillero de Marcial Lalanda; el 8 de julio de 1950, un toro de Fermín Bohórquez a Rafael Ortega y el 14 de julio de 2001 con la cornada en el cuello del miura Sureño a Juan José Padilla. El baúl de datos recopila hitos, entre ellos todos los rabos concedidos, todos los tres avisos, las diez ganaderías que más han lidiado en Pamplona, igual con los 20 toreros, todos los premios, la relación de los matadores por orden de presentación y de las ganaderías, o la de todos los festejos taurinos (corridas, novilladas, festivales…).
El libro repara, en fin, en lo que en estos cien años ha sucedido en el coso, en los festejos taurinos. “Esta es la plaza de toros, no lo es de festivales, de conciertos, de ferias…. aunque haya albergado distintos espectáculos. Es la plaza de toros”, apostilla.
Incide Koldo Larrea en que la información taurina es la última dentro de los periódicos, “pero es la más difícil dentro de los géneros periodísticos”.
Tercera década del siglo XXI
En esta larga espera de ferias en blanco Koldo Larrea se ha refugiado en la escritura. Lo cuenta ya en puertas de celebrar “la primera feria de la tercera década del siglo XXI”. Y respecto a lo que hasta ahora se conoce de la Feria del Toro de 2022 (la entrevista se hizo antes de presentarse el cartel), Larrea califica de “cartelazo” el de la corrida del centenario del día 7, con siete toros. “Aunque si los toros no funcionan, se puede hacer muy largo, de lo contrario, son cuatro figurones”, se refiere a El Juli, Roca Rey, Morante de la Puebla y Hermoso de Mendoza. Y en cuanto a la encerrona de Ferrera con los miura, alaba “el gesto y la gesta del matador”. “Pero que Dios le pille confesado”. Y menciona también el papel del sobresaliente, el torero que tendría que sustituirle en caso de cogida.
A juicio de Koldo Larrea “no existe el debate toros sí o no”. “Antitaurinos siempre ha habido, incluso en Pamplona en el propio ayuntamiento había concejales en contra en el siglo XIX”, sostiene y considera que los medios de comunicación ponen el foco al otro lado de la barrera. “Recuerdo con José Tomás en Barcelona, la plaza llena, 20.000 personas. Fuera, 20 antitaurinos, los medios hablaron de ellos, no lo que se vio dentro”, asegura. “Hay una corriente populista en contra de los toros y taurinos en Pamplona hasta el 14 de julio”, añade.
Koldo Larrea subraya que “todos los estamentos sociales tienen cabida en los toros, donde a diferencia del fútbol la gente no va escoltada, ni hay peleas”. “Pese a que los medios le dan la espalda es el segundo espectáculo de masas, detrás del fútbol y los festejos taurinos populares atraen a mucha gente joven y proliferan las escuelas taurinas. Creo que hay más afición que nunca. 40.000 personas entran a la plaza de Pamplona cada día en Sanfermines”, asevera.
Entrevista de Pilar Fernández Larrea, publicada en Diario de Navarra el 2 de junio de 2022.
‘Plaza de toros de Pamplona (1922-2022) 100 años de alegría’
Edición: José Luis Larrea Apezteguía.
Portada: Mercedes Corretgé.
Páginas: 574.
Precio: 25 euros.
Venta: Librería Ínsula, Librería Abárzuza, La Casa del Libro y koldolarrea14@gmail.com
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX