El ganadero José Antonio Baigorri, segundo por la izquierda, junto a su equipo del herradero y a jóvenes asistentes a la marca de ganado bravo. Fotografía: Jaime Esparza.
El ganadero navarro se anunciará con utreros en Lodosa y en Peralta, y con erales en San Adrián y en Autol.
El ganadero navarro José Antonio Baigorri, propietario de Ganadería de Pincha, ya tiene diseñada la temporada actual, en la que lidiará dos novilladas picadas, otras dos sin picar, una de rejones y dos becerradas, éstas con añojos de su segundo hierro, el de El Tolco. El resto, con el primero, el de Ganadería de Pincha, que agrupa a las reses de procedencia Domecq.
Las reses de dos años se lidiarán en la plaza navarra de San Adrián y en la riojana de Autol. De los utreros, seis están destinados a una novillada picada en Peralta, donde buscará repetir triunfos, y cuatro a otra en Lodosa. Además, varios utreros lodosanos saltarán al ruedo riojano de Aldeanueva de Ebro en un festejo de rejones.
Así lo confirmó el propio criador de bravo, el pasado sábado en su finca El Ontanal, donde se marcaron treinta y cinco añojas, con los hierros de Ganadería de Pincha y El Tolco. Para las labores de herraje, el ganadero contó su habitual equipo de vaqueros, en el que se encontraba, entre otros, el curtido mayoral, Francisco Hidalgo.
“La camada de este año es corta, por lo que pienso en una temporada de transición de cara a 2017, que va a ser más importante, porque espero lidiar más utreros y procedentes de más líneas, de cuatro sementales. Por tanto, mi objetivo para la temporada actual es mantener la regularidad, los buenos resultados de años anteriores”, aseguró José Antonio Baigorri.
Y la verdad que fueron magníficos, ya que en Lodosa se llevó el premio al mejor novillo (utrero) y lo mismo le sucedió en Nájera con un eral. Además, en Peralta acaparó los premios ganaderos: mejor novillo y mejor novillada. Este premio lo obtuvo asimismo en San Adrián con un encierro de erales.
Los machos marcados con el hierro de Ganadería de Pincha, procedentes de tres líneas -Gerardo Ortega, Algarra-Jandilla y Marqués de Domecq- serán lidiados en plazas de toros. Los herrados con el hierro de El Tolco irán destinados a los festejos populares. No hay que olvidar que el ganadero lodosano suele lidiar cada año unos veinticinco festejos en las calles de pueblos de Navarra, La Rioja, Aragón y País Vasco.
Por último, terminado el herradero, en el Ontanal se vivió una completa jornada festiva. Primero, con sevillanas, que dieron paso a una comida de hermandad, a la que asistieron ciento veinte personas, entre familiares y amigos del ganadero. Tras los postres, la tarde transcurrió entre jotas y habaneras, canciones que pusieron fin a una cita clásica del campo bravo navarro.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX