JAVIER MARÍN Y PAVÓN TRIUNFAN EN UNA TARDE DESAPACIBLE EN CINTRUÉNIGO

Natural de Javier Marín a un humillado utrero de Santafé Martón.

Natural de Javier Marín a un humillado utrero de Santafé Martón.

Se lidiaron seis utreros de Santafé Martón, que destacaron por su nobleza y su toreabilidad.

Ganado: Seis utreros de Santafé Martón, bien presentados aunque algo desiguales, nobles y muy toreables en conjunto, con un cuarto, con clase, que fue aplaudido en el arrastre.

Javier Marín: oreja en ambos. Salió a hombros.

Alejandro Pavón: oreja en ambos. Salió a hombros.

Javier de Miguel: vuelta por su cuenta tras leve petición y silencio tras dos avisos.

Presidencia: A cargo de Gregorio Francés, asesorado por Jesús María de Andrés y Francisco Romera, salvo algún despiste, cumplió correctamente su cometido. Perdonó al novillero el tercer aviso en el sexto y último utrero.

Incidencias: Más de un tercio de plaza. Tarde nublada, tormentosa, desapacible, con lluvia intermitente. El festejo comenzó con quince minutos de retraso por las dudas entre suspenderlo o no. Pavón y De Miguel hicieron el paseíllo desmonterados. Este último, deTorrejón de Ardoz, debutó con picadores y estuvo arropado por medio centenar de socios de su peña, que se dejó ver con una pancarta.

Entre dudas provocadas por los efectos de una tormenta, arrancó el ciclo taurino cirbonero con una novillada picada que resultó entretenida por la toreabilidad del ganado y por el buen hacer, en distintas escalas, de los novilleros, especialmente de dos de ellos.

La novillada navarra de Santafé Martón tuvo cara y diferentes hechuras, y, con matices, resultó muy toreable por la nobleza de sus ejemplares. El que abrió plaza, algo chico pero con cara, y no sobrado de fuerza, se desplazó con nobleza pero no fue tonto. Le correspondió a Marín, que se presentaba con picadores en la plaza de su ciudad natal y era, por tanto, muy esperado. Lo recibió con un ramillete de serenas verónicas. Con la muleta, comenzó en los medios por estatuarios y realizó después una faena completa, por ambos pitones, en series cortas, de mayor ligazón por el pitón derecho. Al natural toreó templado pero sólo pudo ejecutar los muletazos de uno en uno. Tras unos invertidos y un pinchazo, terminó con una estocada y cobró la primera oreja de la tarde. Frente al cuarto, un utrero con clase, que embistió muy humillado y con generoso recorrido, aunque acabó yendo a menos, Marín volvió a lucirse de capa, con verónicas a pies juntos, y de muleta. Ejecutó un trasteo muy templado, ligado, con gusto y quietud, que, pese al estoque, fue premiado por el respetable. Otra buena actuación del novillero navarro.

Pavón dejó asimismo muy buena imagen. Se desenvolvió con solturay torería ante los dos de su lote, muy noble su primero y encastado pero en manso el quinto, pues tan pronto buscaba las tablas, como tomaba la muleta y repetía con clase. El sevillano, pese a que debutó hace un mes con los del castoreño (en Lodosa), ofreció la imagen de un novillero con rodaje, que, como Marín, sufrió alguna cogida sin consecuencias, maduro en su estilo y con proyección.

De Miguel, por último, gustó porque estuvo en novillero y por encima de su rajado primero. Se le vio con hambre de triunfo e incluso ejecutó algún natural de buen trazo. Con el sexto no terminó de entenderse, tanto que estuvo a punto de no matarlo.

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