Javier Marín da la vuelta al ruedo tras haber cortado en su presentación en Las Ventas.
“La afición de mi tierra está ilusionada y lo que quiero es corresponderle con un triunfo”, asegura el novillero de Cintruénigo a pocas horas de hacer el paseíllo.
Hace un par de meses, el pasado abril, cortó una oreja en Madrid y, en unas horas, hace el paseíllo en Pamplona. La temporada pinta de primera para Javier Marín. Sin embargo, detrás del chispeante, existe un joven de Cintruénigo (Navarra) que, desde los encierros, decidió adentrarse en el mundo del toro en la plaza. “La afición me viene del festejo popular. En mi zona naces viendo un encierro, cuando te ponen tus padres en un balcón para ver el encierrito. Luego fui saliendo a recortar y siempre me ha llamado la atención torear. Hasta que un día con Sergio Sánchez me puse delante de una becerra, me gustó y hasta hoy”.
El matador de toros navarro es, actualmente junto a Pepe Amilburu, su apoderado. No obstante, para el novillero es más que un representante: “La figura de Sergio es vital. Por él estoy toreando porque para mí este mundo era totalmente desconocido. No tenía contacto con nadie con el que poder empezar a formarme como torero, que era lo que ansiaba. Y Sergio fue la clave. Y lo sigue siendo. Figura como mi apoderado pero es mi amigo. Mi segundo padre. Siempre que tengo un problema le llamo y hablamos casi a diario”, asegura Marín en una entrevista publicada en Aplausos.es.
En unas horas, Javier Marín hará el paseíllo en su plaza: “Torear en Pamplona para un navarro lo es todo. Desde que empecé he soñado en torear allí y, aunque lo he hecho por la mañana en los festejos de promoción que organiza la Meca, estoy loco por vestirme de luces y hacer el paseíllo en esa plaza. Conozco al público de las novilladas y me apetece mucho porque hay muy buen ambiente”. Además, contará con el apoyo de los paisanos: “Me siento respaldado. Tengo a la afición navarra ilusionada y lo que quiero es corresponderles con un triunfo. Para ello, me voy a entregar al 100%. Tendré mis defectos y mil cosas por pulir como novillero pero la entrega va a ir por delante”, concluye.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX