Javier Marín pasea en triunfo la oreja lograda en Pamplona el pasado 5 de julio.
Para su doctorado, el novillero navarro considera que “Pamplona y San Fermín sería un combinación ideal”.
El novillero está encarando este invierno con muchas ilusiones, entre las que se encuentran su regreso a la plaza de Las Ventas, donde el año pasado se presentó y cortó una oreja, y la soñada tarde de su alternativa, que debería tener aroma sanferminero.
“Ojalá pueda volver a Madrid a principios de temporada para refrendar allí mi evolución. Por otro lado, me encantaría que 2017 fuese el año de mi alternativa. De momento no hay ni plaza ni cartel, pero Pamplona y San Fermín sería una combinación ideal”, asegura el joven de Cintruénigo en una entrevista publicada en el semanario ‘6 Toros 6’.
Asimismo, hace balance de la campaña dejada atrás. “En mi presentación en Madrid, corté una oreja, di un toque de atención. En mi debut en Pamplona, estaba sereno pero a la vez responsabilizado. Desde pequeño he visto las novilladas del 5 de julio y era un sueño estar allí”, reconoce. Volvió a cortar una oreja y el palco le cerró la salida a hombros. Y después incluso se presentó en Francia. “El público francés es muy serio y respetuoso, pero las reacciones son diferentes a las que se producen en las plazas españolas”. No cortó trofeos pero dejó un buen sabor de boca en la afición francesa, que ojalá vuelva a verle torear este año.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX