El novillero navarro toreó dos eralas bajo la atenta mirada del ganadero Borja Domecq.
El novillero navarro Javier Marín tentó recientemente en la pacense Fuente de Cantos dos vacas marcadas con el hierro de Jandilla, de procedencia Juan Pedro Domecq, y lo hizo bajo la atenta mirada del propietario de esta vacada de bravo, de Borja Domecq, prestigioso ganadero nacido en Pamplona, que volverá a lidiar sus toros en la feria de San Fermín.
El joven de Cintruénigo compartió el tentadero con el diestro Serafín Marín, que se ha convertido en el abanderado del toreo en Cataluña y que toreó asimismo dos vacas.
Toda la materia primera –los cuatro ejemplares- se caracterizó por la clase, bravura y calidad en las embestidas, lo que permitió al novillero cirbonera disfrutar ante las dos eralas que le correspondieron, a las que realizó dos faenas tan variadas y largas como templadas.
Tras su paso por tentaderos en Valdeolivas, Los Recitales y Condesa de Sobral, el tentadero en Jandilla le sirvió a Marín como un magnífico entrenamiento de cara a afrontar esta temporada, en la que una de sus metas es presentarse en la plaza de Pamplona el próximo 5 de julio.